Impuestos

Subida a la vista del IVA de la electricidad y el gas

Moncloa asegura a la UE en el Plan de Estabilidad que retirará las rebajas fiscales a la energía entre 2023 y 2024

 La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño (i), conversa con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero (d), durante un pleno que se celebra, en el Congreso de los Diputados.
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño (i), conversa con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero (d), durante un pleno que se celebra, en el Congreso de los DiputadosJuan Carlos HidalgoAgencia EFE

El Gobierno tiene claro que más pronto que tarde quiere recuperar los ingresos que pierde cada mes por la rebaja del IVA a la electricidad y al gas. De hecho, se hizo de rogar hasta el extremo antes de aplicar este alivio a los consumidores, tras haber rechazado de hecho estas medidas cuando eran propuestas del PP, para hacerlas suyas más tarde.

Ahora mismo, tanto la electricidad como el gas tienen el IVA reducido desde el 21% del tipo general habitual hasta el 5%. En teoría, estos tipos rebajados están vigentes hasta el 31 de diciembre de 2023, y en la mente de Pedro Sánchez no parece que esté la idea de prorrogar este beneficio fiscal. Eso es al menos lo que se deduce de la última actualización del Programa de Estabilidad para el periodo 2023-2026, que el Gobierno acaba de remitir estos días a la Comisión Europea.

Bajo el epígrafe «Perspectivas positivas en un contexto de incertidumbre», Moncloa pinta a Bruselas un optimista panorama de la economía española. En este sentido, señala que «la caída de los precios energéticos y la bajada de la inflación permitirán ir retirando durante 2023 y 2024 las medidas extraordinarias de apoyo en respuesta al impacto de la guerra», en referencia a las citadas rebajas del IVA a la luz y al gas. De hecho, recuerda que «durante el primer semestre del año ya se han retirado algunas medidas de alcance general, manteniéndolas de forma temporal solo para los sectores más afectados (por ejemplo, limitando las ayudas al combustible a los sectores del transporte, agricultura, ganadería y pesca)». Se refiere en este caso al final del descuento de 20 céntimos por litro de carburante, del que el Estado en realidad ponía 15 céntimos, siendo los otros 5 céntimos restantes aportados por obligación por las compañías petroleras.

El Ejecutivo se escuda en que «de acuerdo con las previsiones del Banco de España, la caída de los precios energéticos y la eficacia de las medidas adoptadas reducirán la inflación en 2023-2024 hasta situarse por debajo del 2% en 2025». No obstante, lo que sucede no es que los precios estén cayendo, sino simplemente que crecen a menor ritmo del que lo hacían hace un año, cuando estalló la invasión rusa de Ucrania y el IPC se puso de golpe por las nubes. Es decir, siguen subiendo, aunque en menor medida, por lo que ni empresas ni hogares han percibido ningún alivio en sus cuentas.

De hecho, el plan apunta a la inflación como un peligro aún existente: «Si bien el presente Programa de Estabilidad es consistente con esta vuelta de la inflación a su nivel de medio plazo, una mayor resistencia a la baja de la inflación en la zona euro y el consiguiente endurecimiento de las condiciones financieras en el área representan el principal riesgo del escenario macroeconómico planteado», señala el documento.