Sin plazos
Talgo sigue sin poner fecha a la entrega a Renfe de los Avril que deben llevar el AVE a Galicia
La compañía se limita a asegurar en su presentación de resultados que se hará "en los próximos meses"
Galicia y Andalucía llevan meses esperando a que Talgo concrete la fecha de entrega de los nuevos trenes de alta velocidad del modelo S/106, conocido como Avril, a Renfe. Y, de momento, seguirán teniendo que esperar sentados. Porque, oficialmente, el fabricante no tiene todavía prevista ninguna fecha concreta para suministrárselos a la operadora pública. En la presentación de resultados que la compañía ha remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se limita a explicar que el proyecto que incluye la fabricación de treinta trenes Avril de muy alta velocidad y su mantenimiento por un periodo de 30 años se encuentra "en realización de pruebas dinámicas" y que se han logrado "importantes hitos en pruebas" recientemente que aseguran el inicio de las entregas "en los próximos meses", sin detallar fecha o periodo temporal concreto.
Talgo, que espera cobros relevantes a medida que se entreguen los trenes, insiste en que la entrega de los Avril se ha retrasado por la covid 19 y los problemas en la cadena de suministros. La demora está provocando trastornos en los planes de Renfe tanto en Galicia como en Andalucía. En previsión del crecimiento de la demanda que iban a provocar la liberalización del sector y el crecimiento de la red de alta velocidad española, Renfe encargó a Talgo la fabricación de los treinta Avril. Estaba previsto que las primeras unidades se entregaran en enero de 2021. Sin embargo, los trenes siguen sin estar en poder de Renfe dos años después, lo que ha dejado por el momento a Galicia sin tren de alta velocidad y a Sevilla sin el servicio de bajo coste de la operadora, Avlo.
En lo que se refiere a Galicia, a finales de 2021 fue inaugurada oficialmente la infraestructura del AVE a esta comunidad. Aunque la realidad es que, por el momento, sólo se puede ir en tren de alta velocidad hasta Orense. El motivo es que, en el interior de esta comunidad, las vías son de ancho ibérico, diferente al que usan los trenes de alta velocidad, que es internacional. Por eso, para completar el recorrido son necesarios trenes con ejes de ancho variable capaces de adaptarse a ambas medidas. Los Avlo disponen de esta rodadura adaptable, pero el retraso en su entrega impide por el momento completar el trayecto entre Madrid y Galicia en alta velocidad dado que, además, los competidores de Renfe, iryo y Ouigo, no han comenzado todavía a operar en este corredor.
Sevilla tampoco
El retraso de los Avril ha dejado también a la operadora pública sin alternativa para operar el Avlo en el corredor de Sevilla. Los trenes que ahora tiene para prestar este servicio los emplea en los corredores de Barcelona y Valencia. La idea de Renfe es reemplazar con los Avril los trenes que ahora unen Madrid con la ciudad catalana y trasladar estos Avlo a Sevilla.
Que Renfe vaya a llevar los Avlo que utiliza en el eje Madrid-Barcelona al Madrid-Sevilla en lugar de usar los nuevos Avril no obedece a un antojo de la compañía sino a cuestiones técnicas. El nuevo modelo de Talgo monta el sistema de seguridad ERTMS que se usa en todos los corredores de alta velocidad españoles excepto en Andalucía, en el que todavía funciona uno más antiguo, el LZB. Los S/112 transformados que ahora van a Barcelona sí que llevan a bordo, por el contrario, el sistema que se usa en la línea sevillana, motivo que explica que estas unidades vayan a ser enviadas a Sevilla y reemplazadas por los nuevos Avril tan pronto como Talgo se los entregue a Renfe.
El retraso en las entregas del Avril no sólo ha trastocado los planes de Renfe sino que ha provocado un conflicto entre dos de las empresas del sector ferroviario más importantes del país. La operadora ha reclamado al fabricante 116 millones de euros en concepto de indemnización por la demora. Talgo, por su parte, se ha defendido alegando que le ha sido imposible cumplir con el calendario por los efectos de la pandemia en la cadena de suministros, el cambio de diseño pedido por Renfe en 2019 y limitaciones en el acceso a la red ferroviaria para realizar las pruebas del tren. Ambas compañías están ahora negociando para encontrar una solución.
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