Vivienda
La tercera vía de la hipoteca mixta
Estos préstamos son una buena solución para aquellos que tengan ahorros
Con los tipos de interés del BCE subiendo, muchos propietarios se encuentran con el dilema de saber qué tipo de hipoteca, con el interés fijo o variable, es la más aconsejable. En la primera, las cuotas permanecen constantes hasta su amortización y en la segunda hay una elevada exposición al riesgo de tipo de interés. Esto es lo que está sucediendo en la actualidad, donde la continuada subida de los tipos está provocando un considerable aumento en el importe de las cuotas de los préstamos a interés variable.
Pero hay una tercera vía: los préstamos a tipo mixto. Durante un determinado número de años, los iniciales, las cuotas se calculan en base a un tipo fijo y, desde ese momento hasta el vencimiento del préstamo, se definen en base a uno variable. En esta modalidad, por tanto, el propietario reduce la exposición a la subida de tipos hasta la fecha en que se empieza a aplicar el variable. Por ello, no es extraño que en los últimos meses este tipo de préstamos hipotecarios sea el que más esté creciendo.
Sin embargo, tiene ventajas e inconvenientes. Además de la menor exposición a la subida de tipos, en esta modalidad el tipo de interés fijo que se aplica suele ser inferior al aplicado en los préstamos a tipo fijo. Pero en el caso de amortizar de manera anticipada el préstamo durante los años en que se aplica el tipo de interés fijo, la comisión cobrada por el banco es superior a la de la hipoteca variable. Y, por último, el número de años a interés fijo ofertado por las entidades financieras no suele ser homogéneo. Por ello, algunas entidades ofertan un número de años a interés fijo inferior al ofrecido por otros bancos.
En definitiva, este tipo de préstamos es muy recomendable para un determinado perfil de propietario, en especial para aquellos con una elevada capacidad de ahorro y que, en el momento de cambiar de fijo a variable, si los tipos aumentan, son capaces de amortizar. También lo es para los que prevean vender el inmueble antes de cambiar el tipo, puesto que en los primeros años el importe de las cuotas es inferior al de un préstamo a interés fijo.
Josep Bertrán es profesor de Finanzas en EAE
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