
Macroeconomía
El tirón de la Inmigración, los fondos europeos y el consumo, únicos aliados del apático PIB en 2026
El Gobierno solo volverá a reducir el déficit con el récord de ingresos, no con un menor gasto. CaixaBank Research estima que el PIB crecerá un 2,1% el próximo año, ocho décimas menos que en 2025

Los fondos europeos y el crecimiento demográfico -fruto del impulso de la inmigración-, junto al empuje del consumo privado -forzado en parte por la subida de precios- y al ahorro -pese a que se está ralentizando en los últimos meses- serán los motores que salvarán de un retroceso a la economía española en 2026, ejercicio que seguirá mostrando un "sólido dinamismo". Desde el centro de estudios CaixaBank Research estiman que el PIB crecerá un 2,1%, ocho décimas menos que en 2025, con un ritmo de crecimiento potencial estimado en torno al 1,6% anual –es decir, "la velocidad a la que podría crecer el PIB español considerando la tendencia productiva de fondo"–. Sin embargo, las razones de este crecimiento no han llegado por la directa gestión del Gobierno de coalición, cuyo control fiscal se ha basado en el crecimiento de los ingresos, pero no en una reducción sustancial del gasto.
Por tanto, la previsión para el próximo ejercicio es sustancialmente menor -pese a seguir por encima de los principales países europeos- y apunta ya una ralentización por los vientos en contra generados por la debilidad del entorno exterior -nuestros mercados de exportación crecerán en 2026 por debajo de su media histórica, afectados por las secuelas del reciente conflicto arancelario y la debilidad económica de nuestros principales socios comerciales europeos-, lo que podría restar 0,4 puntos porcentuales al crecimiento del PIB.
A esta incertidumbre comercial, que continuará siendo un lastre para decisiones de inversión y consumo, se le unirá un obligatorio ajuste fiscal, con una política "más contractiva -excluido el efecto de los fondos NGEU-, con ingresos públicos al alza que crecerán más que el gasto", que tendrá obligatoriamente que moderar su peso, lo que "implicará un ajuste del déficit y una ligera contención de la demanda interna", apunta CaixaBank.
Así, el informe advierte de que la aportación de los fondos europeos NGEU será aún mayor y seguirá siendo el principal soporte de crecimiento económico, que deberán contraponerse al peso negativo de otros factores, como el "menor dinamismo exterior y la transición hacia una fase más madura del ciclo económico". En agosto de 2026 se deberían haber cumplido todos los hitos del Plan de Recuperación, por lo que se acelerará la inversión vinculada a estos fondos, que deberían ejecutar unos 17.500 millones en subvenciones y que se avance en los proyectos financiados con préstamos. Esta inyección de fondos podría aportar 0,6 puntos porcentuales al crecimiento del PIB.
El segundo gran factor de crecimiento será el impulso demográfico, ya que la inmigración seguirá impulsando el crecimiento poblacional, que se estima en un 0,8%, muy por encima del 0,3% anual previo a la pandemia. "Al incorporar este diferencial, el aumento adicional de población se traduciría en cerca de cinco décimas que sumar al PIB, gracias a la "fortaleza del mercado laboral, que podría alcanzar un crecimiento de la ocupación del 2%.
Las condiciones financieras razonablemente acomodaticias -pese a que no se esperan nuevos recortes del tipos de interés-, el alivio en los precios energéticos -se espera que los precios del petróleo y del gas bajen ligeramente respecto a 2025, lo que reduciría costes para empresas y hogares y aportaría un pequeño impulso al crecimiento económico-, el mayor consumo privado y el ahorro -propiciados por el crecimiento de la renta bruta disponible-, y una inversión residencial en auge -gracias a una fase expansiva del sector de la construcción- serían otros elementos que sumarían décimas al PIB.
Con estas perspectiva, el director del estudio, Oriol Carreras Baquer, presenta dos escenarios sujetos a mucha "incertidumbre". Por eso presenta en su previsión "intervalos de crecimiento" y varias proyecciones: el PIB crecerá en 2026 entre el 1,5% y el 2,7% con un 40% de probabilidad; con un 60%, caso que ya incorpora la posibilidad de que se materialicen shocks de una magnitud relativamente elevada, el crecimiento se situaría entre el 1% y el 2,9%. "De este modo, podemos decir, con un elevado grado de confianza, que la economía española seguirá creciendo a un buen ritmo el próximo año", pero con manifiesta incertidumbre y una evidente ralentización.
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