Crecimiento

Tirón de orejas al Gobierno: el gasto en pensiones por la reforma obligará a pagar más impuestos

La OCDE eleva sus previsiones para España al 1,8%, dos décimas menos que el objetivo del Gobierno

Presión fiscal UE
Revalorización de las pensionesTania NietoLa Razón

Una de cal y otra de arena en las proyecciones económicas de España. Lejos del optimismo del último cuadro macroeconómico remitido por el Gobierno a Bruselas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) acaba de actualizar sus perspectivas de primavera con un alza en el crecimiento, vinculado a las buenas perspectivas turísticas y al tirón del consumo interno, pero serias advertencias por el peso de la deuda y del gasto público, especialmente en pensiones.

España crecerá un 1,8% este año, una décima más de lo que anticipaba en febrero y cuatro más que en noviembre. Cierto que España crecerá en 2024 más del doble del 0,7% que se espera para el conjunto de los miembros de la eurozona. Y eso mismo ocurrirá si se compara con Francia (0,7%) e Italia (0,7%), por no hablar de Alemania (0,2%).

También que ese 1,8% está muy próximo al 1,7 % que auguraba la Comisión Europea para España a mediados de febrero, pero es menos optimista que el Gobierno, que en las previsiones que acaba de enviar a Bruselas confía en llegar a un 2%.

Para 2025, la OCDE no ha modificado su previsión del 2 %, que es casi coincidente con la mayor parte de los organismos de coyuntura.

Tasa de paro a dos dígitos

En su análisis sobre España, destaca como uno de los principales vectores de la actividad el consumo privado, con un aumento del 2% este año y del 2,1% el próximo, gracias al empuje de sectores como el turismo, cuya actividad se va ampliando cada año y que ayudará a que la tasa de paro debería bajar de una media del 12,1 % en 2023 al 11,7 % en 2024 y al 11,3 % en 2025) y a las ganancias del poder adquisitivo.

Esas ganancias van a ser posibles en gran medida por la reducción de la inflación, que debería bajar del 3,4% en 2023 al 3% este año y al 2,3 % el próximo.

La otra cara de la moneda es la inversión, que como el año pasado atraviesa un bache y sólo progresará un 0,7% en 2024, antes de recuperarse un 3% en 2025. Y algo parecido puede decirse del comercio exterior, que restará dos décimas al PIB este año y tendrá un impacto nulo el próximo.

La OCDE lanza una advertencia a España (que va dirigida a buena parte de sus países miembros) sobre el peso de la deuda, que considera "elevada": un 107,7 % en 2023 que, según sus cálculos, bajará un punto al 106,7 % en 2025.

Tirón de orejas: el gasto en pensiones y el ajuste fiscal

El problema específico que la OCDE señala a España es el creciente gasto en pensiones, en clara alusión a la reforma del ministro José Luis Escrivá que ya había criticado en el pasado, "en detrimento de las partidas que favorecen el crecimiento".

Por eso dice que a medio plazo hace falta un ajuste fiscal para "mantener la deuda en una senda descendente, cumplir con las normas fiscales de la UE y crear margen para el gasto en futuras prioridades".

De hecho, a corto plazo no es tan optimista como el Gobierno, que en sus previsiones a Bruselas promete que el déficit pasará del 3,6% del PIB en 2023 al 3% este año y al 2,5% el próximo. La OCDE se queda con un 3,3% de desajuste en 2024 y con un 2,6% en 2025.

El ajuste que recomienda tendría que venir, en primer lugar, por medidas de ayuda sobre el precio de la energía más selectivas, dirigidas a los consumidores más vulnerables.

También por la ampliación gradual de la base del IVA (es decir, la reducción del tipo reducido para muchos productos y servicios), y un incremento de los impuestos medioambientales.

En paralelo, el conocido como el 'club de los países desarrollados' aconseja medidas para un crecimiento sostenible, de la mano del aumento de la productividad gracias a la innovación, a la mejora de la educación y de las cualificaciones de los trabajadores, y también de políticas activas de empleo para adecuar la mano de obra a las necesidades del mercado