Internet

«Todo el que no sea omnicanal en los próximos cinco años se quedará atrás»

David Hernández/ CEO de Pangea The Travel Store

David Hernández/ CEO de Pangea The Travel Store
David Hernández/ CEO de Pangea The Travel Storelarazon

El ingeniero catalán estaba asentado profesionalmente. Había alcanzado una buena posición en el sector financiero, pero en su mente había germinado una idea que, día a día, hora a hora, minuto a minuto –su cabeza es un hervidero– iba tomando forma. Hace algo más de una década, fijándose en compañías disruptivas como Ikea, Zara o Decathlon, entre otras, se preguntó: «¿Por qué yo no puedo montar una del estilo de éstas, pero en el ámbito del turismo?». Ésta es la filosofía de Pangea, «la agencia de viajes más grande del mundo», como la define el propio David Hernández, que a pesar de su poco tiempo de vida, –no ha cumplido ni un año– osadamente ya se la considera un «caso de éxito de emprendimiento». Desde luego, hay datos para pensar que lo será.

– ¿Qué le llevó a abandonar una existencia confortable en compañías de primer nivel para liarse la manta a la cabeza?

– Siempre he tenido una tendencia a querer cambiar el mundo, meterme en jaleos y marcarme nuevos retos. El origen es un sueño que tuve hace 11 años y en 2013 creí que había llegado el momento y que tenía la formación adecuada para intentarlo. Y me eché al monte...

– ¿Le entra vértigo con cierta frecuencia?

– Pues sí, porque no se trata de un pequeño negocio. Hemos pasado de no existir a cerrar probablemente el año con una facturación próxima a los 15 millones, tener una plantilla de 60 empleados, realizar una elevada inversión... A veces, tengo la sensación de estar dando un salto en el vacío, sobre todo cuando me percato de la velocidad de crucero con la que estamos implantando un concepto tan diferente.

– ¿Qué ha traído Pangea a un sector tan maduro como el de las agencias de viajes?

– Una evolución total. Estamos transformando cada centímetro cuadrado de la propuesta de valor de una agencia de viajes. Hemos venido a recuperar la esencia del experto asesor en viajes. Tenemos más de 30 especializados en los destinos que comercializamos. La tienda integra perfectamente las últimas tecnología y es omnicanal. Ofrecemos un portfolido diferencial de productos. Vendemos sobre todo experiencias más que billetes de avión y hoteles. Es un espacio de 1.500 metros cuadrados con un diseño espectacular.

– Acaban de cerrar una ronda de financiación de 1,3 millones de euros para su apertura en Barcelona. ¿Les ha costado mucho conseguir el dinero?

– No demasiado porque lo han aportado los inversores originales, quienes están satisfechos con la evolución de la compañía. Conocen las cifras y los hitos que estamos alcanzando, y cuando les planteamos la oportunidad de abrir una segunda tienda en Barcelona para conseguir escala y expandir el modelo, más del 90% de ellos han acudido a la ampliación. Tenemos su confianza y no hemos necesitado salir al mercado en busca de capital adicional.

– ¿Y usted cuánto ha arriesgado de su bolsillo en el proyecto?

– He puesto mi vida entera en Pangea. Por supuesto, todos los recursos que tenía. La ventaja que tengo es que como no necesito mucho dinero para vivir tampoco me inquieta que mi cuenta corrienta se haya quedado a cero.

– ¿Es muy variado el inversor medio?

– Hay tres grupos. Uno integrado por inversores como Javier Botín, Juan Aguinaga o David del Val, personas que han confiado en la idea y en el emprendedor y han hecho una apuesta grande. Se implican al máximo sin estorbar al promotor. Otro «pool» está formado por muchos exjefes míos en Banco Santander. Y un tercero de familiares y amigos que han invertido pequeñas cantidades.

– ¿Quiénes han sido sus modelos?

– Los fundadores de Ikea, Zara, Decathlon, Leroy Merlin... Empresarios a los que admiro profundamente que un día le echaron valor para poner en marcha empresas innovadoras, disruptivas y diferentes a quienes, quizá, muchos llamaron locos y se han dejado la vida para sacarlos adelante. Nuestro objetivo es transformar radicalmente el sector de la agencia de viajes, pasando de la pequeña tienda a una gran superficie. Transformar la propuesta de valor a un cliente que busca un viaje a través del canal digital o del físico. Buscamos democratizar los viajes igual que Decathlon e Ikea han hecho en sus ámbitos. Pretendemos con el precio mínimo garantizado dar un producto diseñado especialmente y dotado del mejor servicio del mundo.

– ¿No se ha pecado por exceso de la digitalización y por defecto de la fusión del «off» y el «on»?

– Efectivamente. Ésa es, precisamente, nuestra estrategia. Pangea une el mundo físico y el digital. Pretendemos que al final la tecnología acompañe el proceso de compras. Cada vez vamos a ver más tiendas físicas de compañías que hasta ahora eran exclusivamente on-line. El futuro es omnicanal. Quienes no esten en todos los canales dentro de cinco años se quedarán atrás, perderán la batalla. Gracias a la tienda estamos facturando tanto a través de la web.

– ¿Qué hay que hacer para que el tejido empresarial español sea más fuerte?

– Durante unos años hemos vivido anestesiados por el boom inmobiliario. Cuando empecé a trabajar conocí a gente que, sin hacer nada, compraba un edificio y lo vendían tres meses después por el doble. Cuando tienes ese opio, para qué esforzarte. Anuló la creatividad. La crisis está ayudando a revitalizar la iniciativa empresarial. La sociedad española tiene que ayudar y premiar a los empresarios.

Un negocio rompedor

Pangea The Travel Store es un concepto omnicanal, innovador y disruptivo en el sector del turismo. La fusión del entorno digital y el físico es una de sus señas de identidad, al igual que sus más de 30 asesores expertos que ayudan a los clientes de forma totalmente personalizada a realizar el viaje más adecuado a sus gustos y preferencias. Pronto abrirá su segunda tienda en Barcelona. La primera fue inaugurada en octubre del año pasado en el local que ocupaba el antiguo cine Cid Campeador. Prevén que la compañía alcance el «break even» antes de finales de año. En sus primeros seis meses de vida facturó cuatro millones de euros, un millón sólo en abril. La compañía mantiene ritmos de crecimiento mensual por encima del 20%.