Vivienda

Trasvase masivo del alquiler residencial al de temporada para esquivar la Ley de Vivienda: la modalidad de corta duración se dispara un 60%

Al mismo tiempo, la oferta de alquileres permanentes se reduce un 15%, una dinámica que presiona los precios aún más al alza

Anuncio del plan de alquiler de viviendas
Anuncio de viviendas en alquiler Jesús G. FeriaLa Razón

Contratos de hasta 11 meses o con fechas concretas de entrada y salida. Esta ha sido la vía de escape a la que han recurrido numerosos propietarios en 2023 para esquivar la Ley de Vivienda. La polémica normativa, que limita la subida de los alquileres, ha conseguido el efecto contrario: hundir la oferta de alquiler residencial y disparar los precios hasta máximos históricos. Según datos publicados este jueves por Idealista, la oferta de los alquileres de temporada se incrementó un 58% en el último trimestre de 2023 en comparación al mismo periodo del año anterior, hasta alcanzar un peso del 11% en el mercado, mientras que la oferta de alquileres permanentes se redujo un 15% en el mismo periodo, un trasvase que presiona los precios aún más al alza.

Para Francisco Iñareta, portavoz de idealista, “los datos de cierre de año ponen de manifiesto como legislar de espaldas a los propietarios puede acabar destruyendo el mercado". Iñareta subraya que "las medidas adoptadas en materia de alquiler han trasladado la oferta del alquiler permanente al alquiler de temporada, una fórmula perfectamente legal pero que viene a dificultar aún más el acceso a la vivienda de las personas y las familias más desfavorecidas". En su opinión, "esta situación debería hacer reflexionar al Gobierno sobre la idoneidad de sus medidas y servir de acicate para buscar un aumento de la oferta utilizando el diálogo con el sector en vez de políticas punitivas y coercitivas".

Los territorios donde el alquiler de temporada tiene mayor peso sobre la oferta total de arrendamiento son San Sebastián (32%) y Barcelona (30%). Les siguen Cádiz (22%), Valencia (15%), Málaga (14%) y Madrid (13%). El mayor trasvase se produce en las ciudades con la oferta y los precios más tensionados. Por el contrario, en las zonas con menor demanda, la modalidad temporal es prácticamente inexistente, ya que en 10 capitales el peso de la misma sobre el mercado ronda el 1%. Se trata de las ciudades de Melilla, Ciudad Real, Orense, Lugo, Logroño, Cáceres, Albacete, Guadalajara, Segovia y Ceuta.

Entre los grandes mercados, el mayor incremento de la oferta de temporada se dio en Málaga, que cuenta con un 123% más que hace un trimestre, seguido por Valencia (99%), Alicante (85%), Sevilla (83%), Palma (70%) y Bilbao (62%). En Madrid, por su parte, la oferta de alquileres temporales creció un 58% en los últimos 12 meses, mientras que se incrementó un 53% en Barcelona y un 47% en San Sebastián.

No obstante, los mayores ascensos de la oferta de temporada se dio en pequeños mercados donde este fenómeno era hasta ahora prácticamente inexistente y en los que la aparición de un puñado de anuncios provocó subidas muy pronunciadas. Son los casos de Badajoz (1133%), Lérida (1000%) o Ciudad Real (500%). Por el contrario, en seis capitales los alquileres temporales se redujeron en 2023: Zamora (-60%), Teruel (-50%), León (-44%), Soria (-33%), Cáceres (-20%) y Jaén (-7%).

Los alquileres permanentes se hunden

En paralelo a estos crecimientos, los alquileres de larga estancia siguen cayendo en este último año en los principales mercados. El mayor descenso se da en Bilbao (-38%), seguido por San Sebastián (-32%), Sevilla (-32%), Palma (-26%), Madrid (-25%) y Barcelona (-24%). Aún así, 3 grandes mercados han visto cómo su oferta crecía ligeramente: Valencia (5%), Alicante (4%) y Málaga (2%). Entre el resto de ciudades la mayor caída se ha dado en Córdoba (-60%), Oviedo (-40%) y Palencia (-40%), mientras que las mayores subidas se han producido en Ceuta (52%), Teruel (49%), Cuenca (37%), Almería (25%), Badajoz (22%) Jaén (22%) y Tarragona (20%).