Triunfo «a la cubana» de Méndez: el 99,85% de UGT apoya su gestión

Pocos son los que resisten en el poder 19 años sin sufrir desgaste alguno, al menos en un sistema democrático. Pero lo que parece más propio de dictaduras o de sistemas pseudodemocráticos, Cándido Méndez lo ha logrado al frente precisamente de un sindicato como la UGT, que si por algún rasgo quiere ser reconocido es por la participación libre de sus afiliados. Pese a escándalos como el reciente de los ERE de Andalucía, la contestación interna a Méndez es inexistente. Ayer, el 41º Congreso Confederal de la central aprobó, con 582 votos a favor y tan solo una abstención, la gestión realizada por la comisión ejecutiva que lidera el secretario general de UGT.

Reelección

No es sorprendente que, a la vista de este resultado, nadie ponga en duda que Cándido Méndez será reelegido mañana para llevar las riendas del sindicato por unanimidad. En los meses pasados, en los diferentes congresos sectoriales y autonómicos que ha celebrado la organización, el secretario general del sindicato se ha asegurado un buen puñado de apoyos para asegurar su reelección con holgura como sucedió en las veces anteriores, a excepción de 1995. Aquel año, el sindicato tuvo que organizar un congreso extraordinario tras la quiebra de la promotora de viviendas PSV, pero Méndez logró mantenerse en el cargo pese a la fractura que se vivió en el seno de la organización. Ahora, y pese a reconocer que ha podido cometer errores en la gestión que han hecho de la crisis, aunque no deliberados, no ha sufrido ningún tipo de oposición a su gestión por parte de sus delegados.

El apoyo de los trabajadores a la dirección de Méndez no ha sido, sin embargo, tan unánime. En los dos últimos años, UGT ha perdido cerca de 40.000 afiliados, una sangría que también ha padecido la otra gran central, Comisiones Obreras, y que se ha traducido en una merma de ingresos de ambas organizaciones. No obstante, en una entrevista en Ep, el secretario general de UGT achacó el retroceso a la situación económica. «Las bajas por diferencias o discrepancias con el sindicato son contadas. La inmensa mayoría se produce porque los trabajadores no pueden pagar o ha desaparecido la empresa», manifestó.

Liberados sindicales

Méndez ha reconocido que ambas circunstancias, la pérdida de afiliados y de ingresos económicos por sus cuotas, le preocupan, como también el futuro de los liberados sindicales. Aunque el Ministerio de Hacienda no tiene en cartera más recortes en esta parcela –en octubre redujo los de la administración general del Estado de 1. 260 a 382–, Méndez advirtió durante la apertura del congreso que estaban en el punto de mira. A finales del pasado año, un decreto redujo el número de representantes sindicales en la administración pública liberados para tareas sindicales en un 70 por ciento para adaptarla a lo que establece la ley y homogeneizarlos con la empresa privada.