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El "truco" de las aerolíneas: ¿por qué hacen que los vuelos tarden más a propósito?

Ese "horario de arrastre" hace que los pasajeros se vean perjudicados al despegar más tarde y llegar impuntuales a sus destinos o perder conexiones

Se calcula que al día se producen unos 120.000 vuelos, aunque el número puede ser mayor
Se calcula que al día se producen unos 120.000 vuelos, aunque el número puede ser mayorDreamstime

Cada día tienen lugar miles de vuelos entre todo el mundo. Diferentes compañías llevan a millones de viajeros, que deciden tomar este medio de transporte para emprender sus viajes de negocio o trabajo, vacaciones y visitas familiares. Cuando compramos los billetes, sabemos la duración de cada vuelo y en torno a cuantas horas pasaremos volando. No obstante, en los últimos tiempos, las aerolíneas han adoptado una aparatosa costumbre -en especial para los pasajeros- en la que tardan cada vez más tiempo en despegar o volar, tardando más de la cuenta. Una "moda" que se hace a propósito.

Un secreto que guardan las aerolíneas y no quieren que conozcan, sobre todo debido a los efectos negativos que tiene para el medio ambiente. Y es que un vuelo que podía durar en torno a cuarenta y cinco minutos, a día de hoy puede tardar casi el doble.

Esto se debe al denominado "horario de arrastre" o "relleno", que es un tiempo adicional que las aerolíneas se toman y que hace que acumulen décadas de tiempo perdido. Eso se traduce, en mayor medida, en despegar más tarde de la hora prevista, retrasando a los pasajeros a su destino o haciendo que pierdan vuelos de escala.

"En promedio, más del 30% de los vuelos llegan más de 15 minutos tarde cada día, a pesar del horario de arrastre", dice el capitán Michael Baiada, presidente de la consultoría de aviación ATH Group, citando el Air Travel Consumer Report (Informe del consumidor de transporte aéreo) del Departamento de Transporte de Estados Unidos, tal y como recoge BBC.

Es una forma en la que las aerolíneas "juegan para engañarte", aunque si las aerolíneas abordaran los problemas operativos, los clientes se beneficiarían directamente. "El horario de arrastre genera mayores costos en el consumo de combustible, ruido y CO2, lo cual significa que si la eficiencia de la aerolínea aumenta, los costos disminuyen, lo que beneficia tanto al medio ambiente como a las tarifas".

El objetivo final es llegar a la puerta exactamente a la hora, y es que según un vuelo llega temprano o tarde, puede alterar otras cosas, como la disponibilidad de la puerta o la capacidad del aeropuerto, algo que les beneficia. En sí, también se refiere a una estrategia en la que las aerolíneas establecen un tiempo entre origen y destino que luego no se corresponde. Por ejemplo, se establece que un vuelo entre un punto A y un punto B tarda 3 horas y media, aunque la distancia sea de 2 horas y media. Si tardan en despegar y el vuelo tarda en total 3 horas y diez minutos, el pasajero puede creer que la aerolínea es más rápida de lo que realmente es.

Este "horario de arrastre" hace que todavía no se solucionen los problemas de sistema de aviación que afectan a los consumidores. Por ello, con las aerolíneas jugando a su favor, los vuelos duran más tiempo, a medida que más y más vuelos surcan los cielos. Se calcula que cada día hay unos 120.000 vuelos, de lo que puede deducirse que cada hora están volando alrededor de cinco mil aviones, aunque como la mayoría de vuelos tienen una larga duración, la realidad es que este número podría ser mucho más alto.