El tsunami de despidos que barre Silicon Valley

La industria tecnológica está sufriendo un verdadero armagedón de despidos en los últimos años. La llegada de la pandemia, y, con ella, el aumento del trabajo en remoto llevó a un boom de contrataciones en este sector, que se encuentra en constante cambio y movimiento.

El fichaje desmedido de profesionales tecnológicos estuvo acompañado también de una acelerada subida de los salarios dentro del sector. Esto terminó derivando en un aumento exponencial de los gastos de empleabilidad de las empresas.

Pablo Ortuño, profesor de la EAE Business School, reafirma esta explicación y concreta que estas contrataciones masivas también se debían a la situación del mercado. «Ante unas tasas de interés y crédito muy bajas, a las firmas tecnológicas les salía mucho mejor gastar el dinero que guardarlo», explica. Eso llevó a las big tech y start-up a «gastar mucho y contratar a personas para así poder crecer rápidamente», continua el profesor.

Ahora, con los tipos de interés mucho más altos, y en una situación en la que ya no es rentable pedir dinero externo, las empresas tienen unos costes estructurales enorme que no pueden cubrir con beneficios. Esto les lleva a despedir en masa a sus trabajadores con el fin de asegurar sus ganancias.

Con el fin de la situación extraordinaria provocada por la COVID-19, se produjo el estallido de la burbuja debido al alto número de empleados que cobraban unos sueldos a los que las compañías ya no se podían enfrentar. Esta situación obligó a las big tech a llevar a cabo una ola de despidos masivos. Solo en 2023, más de 200.000 trabajadores de las tecnológicas tuvieron que abandonar su puesto.

Uno de los últimos gigantes tecnológicos que ha tomado esta medida ha sido Sony. La compañía japonesa puso en la calle a unos 900 empleados de su firma PlayStation el pasado mes de febrero.

Por su parte, el rey de las ventas por internet, Amazon, ha prescindido de unos 94.000 contratos en los dos últimos años, lo que supone un 6% de su nómina. Concretamente, dos de sus filiales, Twitch y Audible, ya han despedido a 500 y 100 trabajadores, respectivamente, en lo que va de 2024.

Otro de los grandes del sector, Meta, también redujo su plantilla en un 22%, unos 11.000 empleados en total, en todo el ejercicio del año 2023.

De vuelta a las ventas online, la compañía china Alibaba redujo el número de sus trabajadores en 20.000 en el último año. Tras esta limpieza en su plantilla, y durante los primeros nueve meses de su ejercicio, el gigante asiático ganó un 56% más de lo que había reportado hasta es momento.

Los empleados de las big tech han tenido que enfrentarse a la constante búsqueda de eficiencia de las empresas en un sector que se somete a continuos cambios en sus tecnologías, como lo es la reciente llegada de la Inteligencia Artificial. Únicamente los despidos acumulados durante los 6 primeros meses del pasado año superaron el total de los que se habían producido a principios de la década, durante la conocida como «crisis de las .com».

Por contrapartida, el número de nuevos empleados en puestos tecnológicos en España no para de crecer. Según datos de la Seguridad Social recogidos por la agencia SocialNius, estas contrataciones aumentaron más de un 4%, alcanzando la cifra de 792.246 a mediados del año pasado.

A la pregunta de cuánto puede durar esta situación, el profesor de EAE vaticina que esto será algo cíclico y que, en cuanto los tipos de interés vuelvan a bajar, las empresas comenzarán de nuevo el plan inversión-crecimiento, lo que llevará a otra sobrepoblación del sector que terminará desembocando otra vez en la situación ya descrita.

La llegada de la IA está suponiendo otro de los factores principales para la oleada de despidos del sector que la vio nacer, pues muchos trabajadores temen perder su puesto en favor de esta tecnología que reduce el coste de las compañías y puede acelerar el desarrollo de las tareas.

IBM anunció para el primer trimestre de 2023 que prescindiría de 8.000 de sus empleados para sustituirlos por Inteligencia Artificial. En el mismo año, British Telecom (BT) destruyó 55.000 puestos de trabajo, de los que tan solo 11.000 serían sustituidos por estas herramientas.

Ortuño no considera que la Inteligencia Artificial esté asociada con estas oleadas, sino más bien con «los pequeños despidos continuos» que se van dando en la industria de forma cotidiana debido a los constantes cambios en las tecnologías.

El Banco Central Europeo admitió el pasado 18 marzo el uso de esta tecnología para «tareas relacionadas con simples análisis o búsqueda de texto».

Además, la presidenta de su Consejo de Supervisión, Claudia Buch, aseguró que, dentro del organismo, estaban «utilizando estas herramientas de inteligencia artificial para prepararlos, pero no para realizarlos», por lo que a sus trabajadores no debería preocuparles ser sustituidos por una Inteligencia Artificial.