El turismo de lujo en España se dispara un 20% desde 2015 y trae ya a seis millones de viajeros

Un clima envidiable, una amplia oferta de gastronomía o una abundante cultura y patrimonio son tan solo algunos de los muchos motivos que hacen que los viajeros elijan a España como destino turístico. Por tanto, no es nada nuevo decir que el turismo es uno de los principales motores económicos de nuestro país, sobre todo, el de alto impacto.

El turismo de alto impacto, también conocido como de lujo o alta gama, está en pleno auge, siendo uno de los segmentos que está experimentando un mayor crecimiento en la industria turística en Europa y, concretamente, en nuestro país, ya que sus ingresos han aumentado entre un 5% y 8% anual en los últimos seis años. España es un jugador clave en este modelo turístico y es que ha consiguiendo atraer cada vez a más viajeros de lujo. Tanto es así, que su número creció un 20% entre 2015 y 2022, hasta alcanzar los seis millones de turistas de alto impacto el año pasado, tal y como revelan los datos aportados por McKinsey & Company en el Fortuny Talk organizado por Círculo Fortuny.

En este sentido, el turismo de alta gama representó en 2022 un impacto directo económico de más de 20.000 millones de euros, teniendo una incidencia del 1,9% del PIB total de nuestro país. “Quizás ha llegado el momento de pensar en calidad, no en cantidad", asevera la presidenta de Círculo Fortuny, Xandra Falcó.

El interés general en la alta gama es una realidad, y es que "las compañías que ofertan productos y servicios de lujo cotizan un 70% por encima que el resto de empresas", señala Constantino Gómez, socio de Arcano Partners.

Este porcentaje no es de extrañar, ya que este tipo de turista tiene un efecto multiplicador en la generación de riqueza y valor añadido en la economía española. En este sentido, el impacto sobre la cultura, las compras y el ocio multiplica por cinco el peso del viajero tradicional, aportando entre 8 y 10 miles de millones de euros. El efecto en el gasto sobre la gastronomía multiplica a su vez por cuatro el desembolso del turismo clásico (entre 3 y 4 miles de millones), por tres el gasto en alojamientos (entre 4 y 5 miles de millones) y transporte (entre 0,5 y 1 miles de millones) y por dos la inversión en el sector inmobiliario (entre 1 y 2 miles de millones).

Razones que impulsan el turismo de alta gama

Pero, ¿qué explica este crecimiento imparable del sector? Uno de los principales propulsores de este turismo de alto impacto ha sido el aumento de los hoteles de lujo, ya que de 2015 a 2022, los establecimientos de cinco estrellas escalaron un 27%, produciéndose ocho de cada diez aperturas en los últimos cuatro años (2019-2022).

A su vez la fortaleza de este sector también se debe al despegue del ocio de alto impacto tras la pandemia y es que el número de restaurantes con estrella Michelín se ha incrementado en un 48% en los últimos siete años. Además, el aumento de flujos de turismo de alta gama también explica que esté en pleno auge.

Tendencias en España: desde la sostenibilidad al lujo silencioso

Muchos consideran que el turismo de lujo tan solo puede verse como algo ostentoso, no obstante este puede adquirir numerosas formas, dado que actualmente, existen cinco grades tendencias en nuestro país que lo están moldeando:

• Wellness y bienestar: el cuidado físico y mental es algo que cada vez más viajeros valoran, por ello, cuatro de cada diez han reservado destinos con esta finalidad en los últimos cinco años. El bienestar está en auge y es que esta categoría cuenta con una tasa de crecimiento de 150% respecto al turismo tradicional.
• Sostenibilidad: tras las restricciones de la pandemia, un 74% de los viajeros de lujo están dispuestos a pagar más por el turismo sostenible y seis de cada diez turistas declaran la intención de viajar de manera más sostenible en el futuro. "Hacemos nuestra propia cerveza, miel, jabones sólidos… No tienen ningún problema en pagar más y ánimo a todos a seguir este camino", sostiene Rene Zimmer, Managing Director Finca Cortesin Hotels & Resorts. Por tanto, no es de extrañar que casi ocho de cada diez de los viajeros de alta gama tienen más probabilidades de elegir un alojamiento si este cuenta con prácticas sostenibles.
• Experiencias personalizadas: mayor relevancia de nuevas experiencias más exclusivas. La mitad de los viajeros de alta gama buscan experiencias de alto impacto y auténticas desde un safari hasta ir al espacio. Las generaciones más jóvenes, desde los 18 hasta 34 años, son más propensas por acudir a las agencias especializadas en busca de este tipo de turismo experiencial.
• Lujo silencioso: esta tendencia se abre paso como un turismo de alta gama no ostentosa que ha aumentado en un 614% las búsquedas en Google. Por tanto, las reservas de alojamientos independientes sin marca de valor superior a 1.000 euros por noche crecieron un 60%.
• Bleisure o Bluxury: los viajes de negocios en ocasiones incluyen una parte personal de disfrute, y esto es a lo que hace referencia esta categoría. En esta nueva tendencia un 38% de los viajeros son millenials, incluyendo los nómadas digitales.

"Debemos seguir trabajando para estar en el foco de excelencia"

La presidenta de Círculo Fortuny señala que en España "tenemos todo para ser atractivos" y que los turistas de lujo se "duplicarán o triplicarán" en la próxima década, sin embargo, "debemos seguir trabajando para estar en el foco de excelencia".

"Aunque nos ha ido muy bien hasta ahora, creo que tenemos ese deber de seguir construyendo la marca España", sostiene Carlos Sánchez Altable, Partner en McKinsey.

Por tanto, nuestro país debe reforzar su atractivo en este modelo turístico y promover la creación de riqueza y valor del turismo de alta gama. Para lograr estos objetivos a futuro, desde McKinsey & Company proponen una serie de acciones:

• Intensificar la promoción en origen: impulsar las relaciones comerciales en los principales focos turísticos, ya que será "clave para continuar construyendo la solidez de la marca de España en el turismo de alto impacto".
• Atraer capital privado y marcas: nuestro país tiene el reto de atraer capital e interés inversor de fondos y empresas internacionales. Por tanto, se deben promover las relaciones comerciales, proyectos atractivos e incentivos.
• Impulsar la conectividad: este impulso se conseguirá a través de la mejora de los aeropuertos, puertos y conexiones por carretera.
• Reforzar la propuesta de valor en experiencias: ofrecer y comunicar nuevas experiencias nuevas menos sujetas a la estacionalidad
• Evolucionar infraestructuras: impulsar la experiencia end-to-end de los visitantes.