Empleo

La última subida del SMI ha destruido ya este año 53.000 empleos de baja cualificación

Cepyme resalta que las subidas del salario mínimo y de las cotizaciones sociales costaron el año pasado 217.000 empleos, entre perdidos y no creados

Salario mínimo
Salario mínimoLa Razón

La última caída del empleo mantiene la tendencia histórica del primer trimestre del año de sumar desempleados como una característica estacional, una vez que las campañas de Navidad y Semana Santa llegan a su fin. Sin embargo, hasta marzo de este año se ha vivido la mayor subida del desempleo para un primer trimestre desde el correspondiente a 2020, cuando la pandemia dejó 121.000 desempleados. Así, el número de parados se ha elevado este trimestre en 103.800 personas (3,43%) y se situó en 3.127.800, según la última Encuesta de Población Activa (EPA). En términos desestacionalizados, la variación trimestral fue del -0,03% y la tasa de paro se situó en el 13,26%, lo que supone 39 centésimas más que en el trimestre anterior, en línea con la tasa interanual, que lo hizo en apenas 38 centésimas.

Por ello, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) teme que se empiecen a atisbar los primeros síntomas de parón en la contratación y en el empleo tanto por la ralentización de la economía, como por el incremento de las cotizaciones sociales y, especialmente, por la última subida del salario mínimo interprofesional (SMI). Según sus estimaciones, haber elevado ese SMI a 1.080 euros ha provocado la pérdida de 53.100 empleos de baja cualificación en los primeros tres meses del año.

Esta patronal considera que esta caída del empleo respecto al anterior está directamente relacionada con el alza de costes que padecen las empresas, no solo en términos de inflación o coste de financiación, sino también derivada de las subidas de cotizaciones sociales y el aumento del SMI, situación que ha disparado la preocupación ante «la brecha que se está dibujando entre empleos de diferente cualificación».

Según señalan desde Cepyme, en el segundo trimestre se mantendrá el ritmo moderado de creación de empleo, aunque los puestos de baja cualificación seguirán teniendo un «pobre desarrollo, potenciados solamente por el auge de los contratos fijos discontinuos», que sigue «alterando la comparativa estadística» –critican– al no computar como desempleados en los registros públicos durante las épocas que no son reclamados por la empresa para trabajar.

Para esta patronal, las pymes son las más perjudicadas por la subida del salario mínimo, ya que elevarlo al 60% del salario medio en 2023 supone un incremento mucho mayor para las empresas de menos de 50 trabajadores, donde superaría el 70% de su salario medio, «hasta situarse en el 70,7% exactamente». Esto es debido a su menor capacidad salarial, ya que registran un salario medio de 1.517 euros frente a los cerca de 1.800 euros en los que ronda el salario medio global, según denunciaron en su último informe del mercado laboral «El impacto de la subida del SMI en las pymes».

Por eso, exigen «prudencia» y «moderación» y estudiar todas las consecuencias que podría tener un nuevo incremento, en especial en la pyme, que ya está registrando un continuo incremento de costes globales, que alcanza más del 23% en estos últimos trimestres, además del impacto que provoca en el empleo. Cepyme calcula que solo el año pasado la subida del SMI tuvo un coste de 217.000 empleos, entre destruidos y no creados, una cifra que irá a más durante este ejercicio.

Entre 2017 y 2022, España ha subido el SMI un 41,3%, hasta llevarlo al 54,8% del salario medio, mientras que Alemania todavía lo tiene en el 41%; Francia, en el 47% e Irlanda en el 46%, según datos de Eurostat. Al alcanzar prácticamente ya el 60% del salario medio aumentará esta distancia con países homólogos europeos y, por tanto, «restará competitividad a la economía y a la empresa española», resalta Cepyme. La hostelería sería el sector más perjudicado, ya que con el actual salario mínimo se ha alcanzado casi el 96% del salario medio, homogeneizando las diferencias salariales del sector.

Elevar el salario mínimo 1.080 euros ha llevado a que supere ya el 60% del salario promedio en 13 comunidades autónomas. Madrid, País Vasco, Navarra y Cataluña son las únicas regiones en donde el salario mínimo se mantiene por debajo del 60% de la remuneración promedio, pero se debe a que estas regiones tienen los salarios medios más altos de España. En Extremadura, Canarias y Murcia, el SMI equivale ya a cerca del 70%, o más, del salario promedio. En 24 provincias supera el 65% del salario medio y en 13 de ellas excede con creces en el 70% de su respectivo salario promedio.