Repsol

Un centro energético argentino ve «ilegal» la expropiación de YPF

La operación se hizo con métodos propios de una «emergencia inexistente»

La Razón
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El expolio de YPF por parte del Gobierno argentino a la española Repsol sigue despertando fuertes críticas, incluso dentro de las fronteras del propio país latinoamericano.

El expolio de YPF por parte del Gobierno argentino a la española Repsol sigue despertando fuertes críticas, incluso dentro de las fronteras del propio país latinoamericano. Un centro de referencia en Argentina especializado en estudios energéticos considera que, al año de la «precipitada» expropiación de YPF, la medida se ha mostrado «contraproducente» por no solucionar los problemas energéticos del país, dañar su credibilidad, dificultar la actividad de la propia petrolera y dar origen a una gran litigiosidad con Repsol por su carácter «hostil y confiscatorio», informa Ep.

Estas consideraciones aparecen recogidas en un comunicado realizado con motivo del primer aniversario de la expropiación, emitido por el Instituto Argentino de la Energía General Mosconi (IAE General Mosconi), dirigido por el ex secretario de Energía del país Jorge Lapeña y dedicado desde 1983 al análisis de las cuestiones energéticas desde una óptica civil. Este instituto ha tenido una «histórica posición pública» a favor de una compañía petrolera en manos de Estado, pero en esta ocasión se muestra muy crítico con los métodos utilizados en la expropiación de YPF.

Una «gesta» que no fue tal

La decisión «se presentó como la gesta de la recuperación del petróleo nacional», cuando YPF «sólo aportaba un tercio de la producción y reservas» del país, y al cabo de un año se ha mostrado «contraproducente» para la empresa y para los esfuerzos del país por aplacar el declive en la explotación de recursos.

Para el IAE, el mecanismo de expropiación por causa de utilidad pública utilizado fue «claramente hostil y confiscatorio», lo que, como era de prever, está ocasionando «altos niveles de litigiosidad futura y desprestigio internacional». Los errores del procedimiento utilizado se reducen, a juicio del instituto, a cuatro. El primero fue que la intervención se hizo con métodos propios de «una situación de emergencia inexistente», cuando en realidad los problemas energéticos del país son «estructurales y no se resuelven con mágicos golpes de timón».

El segundo error consiste en que la «toma hostil» de YPF se hizo «con métodos ajenos a los establecidos por la Ley para una expropiación y se asemejó a una confiscación». De hecho, y éste es el tercer error, los fundamentos del proyecto de ley carecieron de «lógica y de sustento técnico».

Por último, el centro de estudios lamenta que las autoridades argentinas incurrieran en la última torpeza de adoptar una medida de esta envergadura sin un plan estratégico para la gestión futura de YPF. El resultado es que el país está «peor que hace un año y el Gobierno disimula y oculta los datos», lamenta el informe. Los resultados «no son alentadores ni para YPF ni para el sector de hidrocarburos en general».

Para el centro de estudios, el aniversario de la expropiación debe servir para conocer los efectos de «una medida precipitada, mal diseñada y peor implementada» que está teniendo «consecuencias políticas, económicas y energéticas».

El comunicado considera además que en la actualidad persisten varias «debilidades» sobre el nuevo rumbo de YPF, entre ellas la falta de determinación del Gobierno de «cerrar el conflicto» con Repsol, ya que aún no ha indemnizado ni tasado la indemnización pertinente.