Opinión

Ursula (Von der Leyen), el lobo y las elecciones europeas

La presidenta de la Comisión tendrá que hacer guiños al sector agrícola y ganadero para seguir en el cargo

Dos lobos en Yellowstone
El poni de Von der Leyen murió tras el ataque de un loboArchivoArchivo

Al conocerse la semana pasada el anuncio de la Comisión Europea de que presentará propuestas para modificar la normativa de protección del lobo, se ha recordado el percance que sufrió hace poco más de un año la propia presidenta de esta Institución, Ursula von der Leyen, cuando un poni de su propiedad, al que toda su familia tenía mucho cariño, murió destrozado tras el ataque de un lobo. Es verdad que doña Ursula se ha implicado personalmente en este asunto y que algo habrá tenido que ver el hecho en cuestión. Sin embargo, quedarse ahí sería bastante simplista, porque hay mucho más detrás, de acuerdo con las interpretaciones que se hacen en Bruselas. Y una de ellas tiene carácter político a la vez que personal. La próxima primavera habrá elecciones al Parlamento Europeo y, de cara a ellas, el Partido Popular Europeo (PPE), al que pertenece doña Ursula, ha decidido abanderar las reivindicaciones de los agricultores y ganaderos, colectivos que se sienten muy maltratados por la actual Comisión Europea. Se pudo comprobar en los recientes debates sobre la Ley para la Restauración de la Naturaleza.

Pues bien, Von der Leyen quiere repetir como presidenta de la Comisión tras esas elecciones, suponiendo que el PPE sea la fuerza mas votada y, para ello, necesita sí o sí el apoyo de su partido. Y, para conseguirlo, el actual colegio de comisarios y su presidenta tendrán que hacer «guiños» al sector agrario, ahora más probables que antes, tras la salida del vicepresidente de la misma, Timmermans, que se ha «largado» recientemente para presentarse a las elecciones en los Países Bajos. Esas afrentas al campo de la UE, contenidas en el llamado Pacto Verde europeo, la «niña bonita» de Timmermans, han suscitado un fuerte rechazado en el sector agrario y grupos políticos como el PPE pretenden capitalizar el descontento. En consecuencia, habrá que estar muy atentos para comprobar si en los próximos meses continúan estos «guiños» de la actual Comisión Europea y su presidenta a los agricultores y ganaderos flexbilizando las normas y proyectos «verdes». Tiempo al tiempo.