España es un país de propietarios, sin embargo, vivir de alquiler es una tendencia al alza que provoca que cada vez más españoles asuman el rol de inquilino o casero. Acceder a una hipoteca es complicado por los ahorros que exige una entrada, pero entrar en el mercado del alquiler tampoco es sencillo. Este último está marcado por una oferta prácticamente inexistente, precios desbocados y una competencia alarmante, factores que excluyen cada vez a más colectivos.

El precio de venta de viviendas se ha encarecido, de media, un 12,78% en el último año; mientras que el incremento interanual de los alquileres ha alcanzado el 14,69% de media, según el último informe trimestral del portal inmobiliario Pisos.com.

En el caso de que se compre una vivienda de 80 metros cuadrados financiando el 80% del valor total a 25 años -con el último tipo de interés medio registrado por el INE: un 2,96%- y se tome como base los datos de marzo de este año, en 48 de las 50 capitales analizadas, pagar una hipoteca es más barato que pagar un alquiler mensual.

"Con el retorno de los tipos de interés a unos niveles razonables, el coste mensual de una hipoteca para una vivienda tipo resulta, en muchos casos, más bajo que el del alquiler", señalan.

En Barcelona, por ejemplo, alquilar una vivienda de 80 metros cuadrados cuesta unos 2.478 euros al mes, mientras que la cuota hipotecaria apenas alcanza los 1.629 euros: un sobrecoste mensual de más de 840 euros para quien alquila.

Muy por detrás se sitúa Valencia, ya que alquilar cuesta 372 euros más al mes que si se decide comprar una casa. Le siguen Segovia (366 euros) y Tarragona (324 euros). Además, en ciudades donde comprar es caro, como Madrid o Bilbao, las hipotecas también son más baratas que el alquiler.

Las grandes ciudades no son solo protagonistas de este fenómeno. En capitales medianas como Córdoba, Castellón de la Plana, Oviedo o Gerona la diferencia a favor de la hipoteca va desde los 200 hasta los 300 euros mensuales. En Ciudad Real, por ejemplo, la cuota se sitúa en unos 404 euros; mientras que el alquiler se dispara hasta los 624, por lo que el inquilino paga un 54% más que quien ha comprado su casa en esta ciudad.

¿Por qué no se compra más?

El principal motivo que explica por qué muchos optan por el alquiler en vez de comprar es la dificultad de acceso. "Reunir el dinero para una entrada, asumir los gastos iniciales, y cumplir con los criterios bancarios de solvencia no está al alcance de todos. De hecho, puede implicar disponer de unos ahorros previos de entre 25.000 y 40.000 euros", señala el portal inmobiliario.

Otra de las razones que explica esta situación es la movilidad, es decir, muchos no quieren atarse a un piso durante 25 años. Un mercado laboral volátil, salarios que no crecen al ritmo del coste de vida o la precariedad juvenil hacen que el alquiler sea una solución inmediata para poder emanciparse a pesar de que sea una alternativa más costosa.

Asimismo, el portal inmobiliario explica que la compra de una vivienda sigue viéndose como un "compromiso enorme", mientras que el alquiler se percibe como una "opción más libre" a pesar de que implique pagar más cada mes.

"Si eres inquilino, tal vez deberías considerar que, en muchas ciudades, convertirse en propietario no solo es posible, sino financieramente sensato", sentencian.