
Vivienda
¿Vive de alquiler? Estas son las situaciones en las que el casero puede entrar en la vivienda
Al alquilar un inmueble, el arrendador conserva la propiedad, pero pierde la posesión legítima

Condenados a vivir de alquiler. Esta es la realidad de la inmensa mayoría de inquilinos en nuestro país, ya que es la única opción que les queda ante la imposibilidad de adquirir una vivienda en propiedad por la falta de recursos económicos para ello. Al alquilar un piso, tanto el casero como el inquilino tienen una serie de derechos y obligaciones que se habrán pactado en el contrato y que se tendrán que cumplir.
Una de las dudas más frecuentes que surge al vivir en un piso que no es de nuestra propiedad es si el casero podrá entrar a su antojo en esta vivienda. A pesar de que el inmueble continue siendo de su propiedad, este no tiene derecho a entrar mientras el inquilino esté viviendo allí. Y es que, tal y como establece el artículo 18.2 de la Constitución Española, "el domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito".
Además, cuando el casero decide poner la vivienda en alquiler, está cediendo el derecho de uso a cambio de una compensación económica. Por tanto, el artículo 433 del Código Civil establece que aunque conserva la propiedad, se pierde la posesión legítima. En este sentido, el casero solo podrá acceder al inmueble con el permiso y la autorización de la persona que reside en el domicilio.
"En el caso de que el casero quiera entrar al interior de la vivienda, deberá solicitar su permiso. Y el inquilino puede aceptar o denegar la petición", explica el portal inmobiliario Fotocasa.
¿Puede entrar el propietario en la vivienda si quiere venderla?
El propietario podrá vender la vivienda que tiene alquilada y, en el caso de que quiera realizar visitas para el futuro comprador, este no podrá obligar al inquilino a que reciba visitas en su domicilio, teniendo en cuenta lo indicado en la Constitución Española. No obstante, lo más habitual es llegar a un acuerdo con el arrendatario para que le permita poder mostrar la vivienda.
¿Cuál es la ley que permite al casero entrar en la vivienda alquilada?
El artículo 21 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece que el inquilino deberá poner en conocimiento del propietario la necesidad de realizar reparaciones en la vivienda arrendada, por lo que el casero tendrá derecho a entrar en este piso para poder verificar su estado presencialmente, ya sea por sí mismo o por los técnicos designados.
De hecho, esta misma normativa señala que el propietario de la vivienda está obligado a realizar todas aquellas reparaciones que sean necesarias para conservar la vivienda en condiciones de habitabilidad, sin derecho a elevar por ello la renta. Sin embargo, las pequeñas reparaciones que requiera la vivienda irán a cargo del inquilino.
¿Qué ocurre si el propietario entra sin permiso en el piso de alquiler?
En el caso de que un propietario entre ilegalmente y sin el permiso del inquilino, este se enfrentará a un delito de allanamiento de morada, castigado con una pena de prisión de entre seis meses y dos años, según establece el artículo 202 del Código Penal. Asimismo, el inquilino podrá presentar una demanda contra el casero, siempre y cuando se cuenten con pruebas suficientes: grabación de las cámaras de seguridad, testigos, testimonios, etc.
"En estos casos, lo más recomendable es cambiar la cerradura en el piso de alquiler, para que solo el inquilino tenga las llaves de entrada al domicilio. El inquilino tiene derecho a poder cambiar la cerradura. Además, aunque se recomienda avisar al casero de la modificación de la cerradura, lo cierto es que no existe ninguna ley que lo exija", sentencia el portal inmobiliario.
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