Opinión

El "vividor" Daniel Calleja

La Comisión Europea ha nombrado a Daniel Calleja como nuevo jefe de su representación en Madrid

Daniel Calleja
Daniel CallejaLa Razón

El “vividor” de la cosa europea Daniel Calleja ha sido designado nuevo director de la Representación de la Comisión Europea en España. ¡Aleluya, aleluya! Por fin, después de más de dos años vacante este puesto, se ha cubierto, lo que provoca una reflexión importante: si un determinado cargo no se ocupa durante más de dos años y casi nadie lo echa de menos, será que es prescindible. En la nota laudatoria se ponen de manifiesto los “chollos” que adornan su trayectoria en el ejecutivo comunitario, entre ellos el último, de director general del Servicio Jurídico de la Comisión Europea, y se resalta su visión estratégica y excelentes dotes de comunicación. Y es cierto lo de visión estratégica, pero para sus intereses personales y para ir medrando de un puesto a otro. La semana pasada hemos celebrado el Día de Europa y es justo reconocer que Daniel Calleja es uno de los ejemplos más claros de vividor europeo, entendiendo vividor en su acepción de la RAE como “una persona laboriosa, económica y que busca modos de vivir”.

En la nota se pone de manifiesto también que actuará como representante oficial de la Comisión Europea en España, bajo la autoridad política de la presidenta Ursula von der Leyen. Y hay que creer que será así. Pero también es evidente que su nombramiento ha contado con el visto bueno del gobierno de Pedro Sánchez. Y aquí llega lo curioso, porque Calleja ha estado vinculado tradicionalmente al PP y fue estrecho colaborador tanto de Loyola de Palacio como de Marcelino Oreja cuando fueron comisarios europeos. Lo cual no es óbice ni cortapisa para que mantenga una estrecha relación personal con miembros del PSOE a través del ministro sanchista de Agricultura, Luis Planas. Y aquí llega la gran duda: ¿es Calleja un infiltrado del PP en el sanchismo, o, al revés, es decir, es un infiltrado del social-sanchismo en las filas populares.? ¿Cuál de los grupos políticos gana con su nombramiento? Eso último puede ser discutible, pero lo que no admite duda es que, una vez más, el verdadero ganador es Daniel Calleja, que se viene al “balneario” de Madrid, con pedazo de sueldo, como paso previo a su jubilación dorada de muchos, pero muchos, miles de euros al mes. Otra acepción de vividor: “que vive a expensas de los demás”.