Mercado inmobiliario

La vivienda, callejón sin salida para los jóvenes: alquilar se come el 80% de su sueldo y para comprar necesitan un ahorro que supone 3,7 veces su salario anual

Su tasa de emancipación en el primer semestre de 2023 sube ligeramente por encima del 16% por primera vez desde la pandemia, pero sigue lejos del 26,1% registrado antes de la crisis de 2008

Dos jóvenes pasan por delante de un edificio de viviendas en construcción
Dos jóvenes pasan por delante de un edificio de viviendas en construcciónCristina BejaranoLa Razón

El primer semestre de 2023 trajo una pequeña mejora en la tasa de emancipación juvenil en España, que subió por encima del 16% (en concreto, hasta el 16,3%). No obstante, esta tasa sigue lejos de los niveles alcanzados antes de la pandemia (18,7%), del máximo del 26,1% registrado en 2008 y de la media de la Unión Europea (31,9%), según el último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE).

¿Por qué es casi imposible que los jóvenes se emancipen en España? La respuesta es sencilla -aunque lo que haya detrás no lo sea tanto-: porque los jóvenes no pueden acceder a una vivienda en casi ningún tipo de régimen. Ni siquiera casi a una habitación.

Comprar vivienda es misión casi imposible para la inmensa mayoría de los jóvenes. Para hacerlo, es necesario tener una cantidad importante de dinero ahorrado para afrontar no sólo los gastos sino también la entrada para adquirir la casa en cuestión dado que los bancos, por lo general, sólo prestan un máximo equivalente al 80% del valor de tasación. La paradoja de este asunto es que, como pone de manifiesto el informe «Presente y futuro de la juventud española» elaborada por la Fundación BBVA y el Ivie, el coste relativo del alquiler ha aumentado de tal forma que, desde 2016, es superior al que representa la cuota hipotecaria mensual de una vivienda en propiedad. Sin embargo, añade la monografía, teniendo en cuenta las condiciones de acceso a la financiación hipotecaria con las que se topan los jóvenes, derivadas en buena medida de la inestabilidad laboral, esta opción les resulta inviable. Además, añade, para cubrir el pago inicial de la compra es necesario un ahorro previo que supone alrededor de 3,7 veces el salario anual de un joven.

El alquiler tampoco es opción

Ante el muro casi imposible de escalar que representa la compraventa, el alquiler se perfila como la forma más común y accesible de emancipación de las personas jóvenes. Sin embargo, la subida de precios año tras año es también superior a la de los salarios jóvenes. «Cada vez es más difícil poder acceder a un alquiler que suponga, como mucho, el 30% del salario mediano de una persona joven que la mayoría de los estudios señalan como el máximo aceptable», explica el Consejo de la Juventud de España.

El precio mediano del alquiler en el primer semestre de 2023 fue el más alto desde que existen registros: 944 euros al mes. Esto supone el 93,9% del salario mediano neto de una persona joven (1.005,22 euros al mes en 12 pagas o 12.062,59 euros al año). Si a esto se le suman el gasto medio de los suministros de una vivienda (138,12 euros al mes), el precio de un alquiler en solitario sumaría 1.082,12 euros, por lo que a un joven le faltarían 76,9 euros para poder vivir solo, advierte el Observatorio de la Juventud.

Incidiendo en el asunto de los gastos, otro reciente estudio de la Fundación Foessa (Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada) asegura que los hogares de los jóvenes, presentan lo que denominan excesivos gastos de vivienda. Estos se producen cuando, una vez costeada la vivienda, los ingresos restantes del hogar lo sitúan por debajo del umbral de la pobreza severa.

El análisis de Fundación BBVA e Ivie incide, además, en el hecho de que la cosa se complica todavía más en los primeros años dado que los salarios son más bajos. El coste relativo de la vivienda en función del salario mensual es mayor para los más jóvenes -18 a 24 años- que para los que se sitúan en el intervalo de 25 a 29 años.

Alquilar una habitación supone ya más del 37% de su salario

Tampoco alquilar una habitación en una vivienda compartida es una opción asequible: cuesta 375 euros al mes, el equivalente al 37,3% del salario de un joven, una situación que se da en 10 de las 17 comunidades autónomas. En cuatro, incluso, superaba el 40%. Además, las habitaciones se han encarecido un 7,1% en un año.

No es de extrañar con estas dificultades que los hogares en los que viven los jóvenes emancipados sean de forma mayoritaria más pequeños que la media. Según la monografía de Fundación BBVA e Ivie, los hogares en los que viven jóvenes se concentran por lo general en zonas muy pobladas, en municipios que tienen más de 100.000 habitantes. Cuando el sustentador principal de un hogar es un joven emancipado, el porcentaje de viviendas pequeñas en las zonas muy pobladas se incrementa sustancialmente (43,2%), algo que sucede en menor medida en las zonas medias y poco pobladas, en las que el coste de la vida es mucho menor que en las densamente pobladas y más caras, añade el documento.