YPF no alza el vuelo en solitario

A estas alturas de año, se presuponía que YPF cabalgaría a galope tendido a lomos de sus vastos yacimiento de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta. Eso prometieron al menos las autoridades argentinas cuando hace 365 días expropiaron la compañía a Repsol. Pero las cosas no han salido exactamente como Cristina Fernández Kirchner y su Gobierno planeaban. Ni el expolio ha mejorado el rendimiento de la compañía suramericana ni ésta ha recibido todavía un solo centavo para invertir en Vaca Muerta.

La falta de inversión fue uno de los pecados capitales que el Ejecutivo suramericano echó en cara a la petrolera española para arrebatarle sus acciones en YPF. En agosto del pasado año, Miguel Galuccio, el directivo ahora al frente de la petrolera argentina, presentó un plan estratégico para invertir 32.700 millones de dólares en cinco años en Vaca Muerta, 7.440 millones de los cuales deberían ser aportados por inversores extranjeros. Un mes después, su director de recursos no convencionales, Juan María Garoby, anunció que antes de finales de marzo de 2013 YPF tendría un socio. Nadie, sin embargo, ha aflojado hasta ahora un mísero dólar. Aunque la compañía ha firmado preacuerdos con las norteamericanas Dow y Chevron y con Bridas Energy, el dinero no llega por razones diversas. Chevron tiene hasta el viernes para establecer el pacto definitivo, pero ahora mismo está atada de pies y manos. La petrolera americana tiene embargadas sus cuentas en Argentina a la espera de resolver un litigio por un vertido en Ecuador y a mediados de marzo, su vicepresidente, George Kirkland, advirtió en "Financial Times"de que no firmarán nada con YPF hasta que no dispongan de esos recursos, lo que en la práctica deja en papel mojado el acuerdo. Con Bridas, que al igual que Chevron han sido denunciadas en los tribunales por Repsol acusadas de negociar con los dueños ilegítimos de YPF, también siguen hablando pese a que el plazo para ratificar el pacto se cumplió el pasado 28 de febrero. El último que según la rumosología en Argentina estaría interesado en invertir en YPF sería la petrolera estatal china CNOOC, pero nada se ha confirmado. A los asiáticos no parecen hacerles demasiada gracia las demandas que Repsol ha interpuesto contra todos aquellos que están intentando asociarse con la compañía de Galuccio.

No es extraño que a la vista de estos acontecimientos, el propio Galuccio advirtiese el 12 de marzo, durante la presentación de los resultados de YPF de 2012, de que tal vez no pueda cumplir con los objetivos de exploración de este año en Vaca Muerta. El pasado, la petrolera ganó un 12,2% menos que en 2011, bajo la dirección de Repsol.

Ante la falta de avances en su estrategia de conseguir socios, la prensa argentina también ha especulado con la posibilidad de que el Gobierno de Kirchner está ahora dispuesto a negociar un acuerdo con Repsol para zanjar la cuestión, contactos que la petrolera española ha negado a nivel oficial. Repsol, al menos de manera formal, persevera por la vía judicial para reclamar la que considera justa compensación. Además de las demandas contra la compañías que han firmado acuerdos con YPF, ha iniciado en el CIADI, el tribunal arbitral del Banco Mundial, un procedimiento para reclamar una indemnización de 8.000 millones de euros.