Comunidad de Madrid
Madrid respalda la resistencia de Ayuso
«La izquierda retrocede porque se ha jugado con el bienestar del ciudadano»
L a izquierda decidió hace tiempo poner toda la carne en el asador en su empeño por desalojar al PP del gobierno de la Comunidad de Madrid. No hay resorte que no haya activado hasta hacer bueno el cómo sea y al precio que sea. El Consejo de Ministros se ha convertido en ariete de esa pretensión y la acción ejecutiva está hoy vinculada con nitidez al objetivo. El comportamiento de Sánchez, Iglesias y compañía está impregnado de una disfunción institucional que se ha convertido en obsesión. La desenfrenada, casi colérica, reacción del presidente del Gobierno ante el sonrojante revés en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid por la chapucera orden de cierre de la capital deja en evidencia que, en realidad, aquel «no iré a juzgar ni evaluar, sí a ayudar y a apoyar» de su visita a la Puerta del Sol era una pose insincera. La mano tendida de Isabel Díaz Ayuso, su apuesta por el diálogo, fue correspondida por la bicefalia gobernante con una bochornosa comparecencia del ministro Illa, en la que mintió con descaro sobre la presidenta madrileña: «Ha decidido no hacer nada». El autoritario estado de alarma sin atender a la incontestable mejoría de todos los índices sobre el contagio en la región refrendó que para La Moncloa la política trascendía a la salud de los madrileños. Quedaba por ponderar la respuesta de los ciudadanos a las actuaciones del Ejecutivo sin atender a más razones que las suyas. O dicho de otra manera, si el rédito de embarrar la relación con la primera Comunidad de España y su asedio continuo con todos los poderes del gobierno causaría un vuelco en la aritmética electoral. En los cálculos monclovitas probablemente dieran por hecho un serio desgaste de las opciones del centro derecha, dado que la narrativa impuesta por sus aplastantes terminales era la de un territorio poco menos que abandonado a su suerte, sin sanidad ni educación ni servicios sociales como correspondería a la comunidad capitalina. La encuesta de NC Report para LA RAZÓN no recoge esa contestación ni esa indignación con Isabel Díaz Ayuso, sino todo lo contrario. El PP sube nada menos que 15 escaños y se sitúa como la fuerza más votada (de 30 a 45), mientras que el PSOE baja a la segunda posición y se deja apoyos, aunque mantiene sus 37 asientos. Ciudadanos cae diez diputados y tendrá que meditar si su equívoco papel en esta crisis, su esquiva en la condición de socio leal del gobierno y su melifluo trato con los socialistas es lo mejor para sus opciones (de 26 a 16). En general, el bloque de centro derecha robustece su mayoría con cuatro escaños más (68 a 72), que son los que retrocede una izquierda tocada, especialmente el Mas Madrid de Errejón. Es obvio que los madrileños repudian las arbitrariedades que juegan con su bienestar y aprecian el compromiso y la resistencia en defensa de la salud y la libertad de Ayuso.
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