Partido Popular

El Submarino: Protagonismo innecesario

La «resurrección» de Esperanza Aguirre ha vuelto a demostrar que siempre se puede tropezar más de una vez en la misma piedra. Si en Génova tuvieron que salir al quite con el duro mensaje de Teodoro García Egea recordándole los años más negros de la corrupción en el PP de Madrid (donde, teóricamente, ni vio ni oyó nada), en el resto del partido más de lo mismo. «No vamos a consentir que, desde fuera, vuelva a incendiar el partido», se juramentaban ayer mismo altos cargos con amplia memoria de los enfrentamientos con Gallardón y Rajoy. «Cree que Ayuso y Casado siguen siendo sus chicos de Nuevas Generaciones», se escuchó en la sede popular. «Tuvo un secretario general que terminó en la cárcel», recordaban. Y es que los «muertos» de la «lideresa» siguen oliendo a pútrido.