Editorial

El empleo se asfixia bajo la losa fiscal

España se mantiene a la cabeza del paro en Europa, con una tasa del 11,3, mientras que el conjunto de los 27 tiene una tasa del 6,4, que supone un mínimo histórico en la Unión Europea.

Yolanda Díaz condena el ataque de Irán a Israel pero pide también actuar contra el Gobierno de Netanyahu
Yolanda Díaz condena el ataque de Irán a Israel pero pide también actuar contra el Gobierno de NetanyahuEuropa Press

Sólo el mejor desempeño de las comunidades gobernadas por el PP, esencialmente, Andalucía, Murcia y Madrid, ha impedido que el cierre de septiembre del mercado laboral haya alcanzado cifras de catástrofe. Aun así, se trata del peor mes en creación de empleo de los últimos cinco años, pese a la reincorporación de 50.000 trabajadores del sector de la Educación, con unas cifras muy altas en contratos temporales y a tiempo parcial. No en vano, España se mantiene a la cabeza del paro en Europa, con una tasa del 11,3, mientras que el conjunto de los 27 tiene una tasa del 6,4 por ciento, que supone un mínimo histórico en la Unión Europea.

Como denunciaba ayer la patronal madrileña (CEIM), que preside Miguel Garrido, la asfixia fiscal que sufren las empresas y los trabajadores impide la consolidación del empleo, incrementa la contratación a tiempo parcial, que ya representa un tercio de todos los contratos, y lleva al recurso del subsidio a cada vez más españoles. Si, además, el proceso se desarrolla con un telón de fondo de aumento del déficit público (8,9 por ciento interanual) y de la deuda (que está en el 105,3 por ciento del PIB), es fácil colegir los problemas de baja competitividad que condicionan el mercado de trabajo.

Aun así, la propaganda gubernamental sigue vendiendo las cifras como si fueran un éxito de su gestión, aunque haya que hacer malabares contables con los trabajadores fijos discontinuos, que siguen sin sumar en las listas del SEPE. Propaganda que casa mal con el hecho de que el gasto en prestaciones por desempleo haya supuesto en agosto casi 2.000 millones de euros, un 5,8 por ciento más que en agosto de 2023, y con la percepción general de la opinión pública española.

Por supuesto, existe otro modelo de gestión política de la economía, que los empresarios madrileños reconocen en la presidenta de la Comunidad, de Isabel Díaz Ayuso, pero que parece un anatema para el gobierno de coalición social comunista que preside Pedro Sánchez, empeñado en negar la realidad de una política fiscal que actúa como una losa sobre la creación de empleo, la inversión y el ahorro de las familias. Fórmulas, como venimos señalando, mil veces ensayadas por los gobiernos de izquierdas y siempre con los mismos resultados negativos, como si la insistencia en el error fuera su imagen de marca.

De ahí que el hecho de los mejores resultados de las comunidades del PP, que se esfuerzan en reducir la carga fiscal en sus tramos autonómicos sin perder ingresos por ello, al contrario, incrementándolos como demuestra Madrid, se haya convertido en el espejo que refleja el fracaso del Gobierno. Pero no será amenazando con todos los males del infierno a las regiones gobernadas por los populares si no suben los impuestos como España dejará de ser el vergonzante farolillo rojo del desempleo en Europa.