Eurocopa femenina

Editorial
El presidente del Gobierno comparece hoy para realizar el tradicional balance político del periodo de sesiones antes de las vacaciones de verano. Podemos adelantar, sin riesgo al yerro, que Pedro Sánchez se regalará a sí mismo un bagaje de éxito extraordinario, prestigio internacional y liderazgo económico a pesar de la oposición más nociva y de los casos puntuales de conductas inadecuadas de alguno de los colaboradores que comportaron una firme y ejemplar respuesta que a su vez encumbró al PSOE al firmamento de los partidos íntegros, honrados y responsables. Todo ello aderezado por una tormenta perfecta de datos e hitos que narcotizarán al auditorio. Después, ojalá nos equivoquemos, la habitual rueda de prensa dirigida y manipulada en la que preguntarán los de siempre para que nada ni nadie altere el guion ni el mensaje. Así que el renacido relato será el del éxito y el milagro del movimiento político al que este país y sus conciudadanos le deben el mejor de los tiempos en la historia de la democracia. Los españoles, bajo el régimen sanchista, vivimos mejor, somos más felices, más ricos y nuestros problemas son atendidos y priorizados por unos políticos que se conducen en función de nuestra fortuna y abundancia. Sánchez nos resulta, en buena medida, un libro abierto, aunque su desempeño obliga a que las defensas siempre estén prevenidas. Hasta aquí, la retórica del autobombo y la más fabulosa obra política e institucional dedicada a la mentira. El mayor embuste conocido y perpetuado en un Estado de derecho. Tiempo habrá de ahondar en las palabras que el presidente nos regalará hoy, pero sirva como entremés del pulso político del sanchismo en esta legislatura que ha alcanzado su ecuador el análisis exhaustivo que publicamos sobre el trabajo y el rendimiento de su obra legislativa desde el 23J. Esta misma semana el portavoz Patxi López presumió de que el Gobierno había producido uno de los periodos más fructíferos de la democracia con 42 leyes y decretos. Era un intento simplón y poco elaborado de probar que había un ejecutivo sólido y con capacidad de sacar adelante sus iniciativas. Como siempre, el mensaje no mencionaba más verdad que la identidad del vocero. Con su parlamento descosido entendimos aquello de que dime de qué presumes y te diré de qué careces. La verdad es que la Cámara Baja ha aprobado 19 leyes desde las elecciones del 23-J de 2023, una cada 37,4 días, la ratio más baja de toda la democracia, y que el PSOE maquilló la anemia legislativa con el abuso inconstitucional de los decretos por parte de Sánchez. El escenario responde a la lógica política que emana de la aritmética en el hemiciclo de una administración corrupta en nítida minoría con más de cien derrotas en el zurrón y a la voluntad del presidente de mandar con o sin el Poder Legislativo. Es un Gobierno que no gobierna, sino que sobrevive.
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