Editorial

Una mayoría suficiente para tender puentes

Que Núñez Feijóo, en un momento en el que los estrategas del PSOE, acosados por los sondeos, han decidido bajar al barro con todas las consecuencias, ofrezca puentes y grandes acuerdos de Estado es algo que le honra.

Alberto Nuñez Feijóo acompañado de Luis Barcala y Carlos Mazón en las Hogueras en Alicante.
Alberto Nuñez Feijóo acompañado de Luis Barcala y Carlos Mazón en las Hogueras en Alicante.La Razón

La propuesta, ayer, del candidato popular, Alberto Núñez Feijóo, de abordar con el resto de la fuerzas políticas unos nuevos pactos de La Moncloa, como los que cimentaron la Transición, parte, necesariamente, del reconocimiento de que la sociedad española ha sufrido en estos últimos años un proceso de fragmentación, de renovadas banderías, por emplear un término tan antiguo como gráfico, que es preciso superar, pero, también, del convencimiento de que esa misma sociedad espera muy mayoritariamente un retorno a las políticas templadas que produjeron los mayores avances económicos y sociales vividos en España.

Sólo desde estas premisas se puede, a nuestro juicio, entender los mensajes dirigidos por el líder popular a los votantes de Vox, a quienes advierte de que no es bueno entrar en las dinámicas de «la ira, la venganza o los escarmientos» que, a la postre, retroalimentan a quienes desde la radicalización de la izquierda han hecho de España «un laboratorio de experimentos sociales dañinos, con leyes que buscaban la división y entregando la gobernabilidad de la Nación a quienes pretenden destruirla».

Cabe argüir que, en el momento actual, es un discurso que parece más dirigido hacia los sectores que podríamos encuadrar en el centro izquierda que a quienes consideran, como los simpatizantes de Santiago Abascal, que la derogación del sanchismo, especialmente, de sus leyes más frentistas, no admite componendas, pero, ciertamente, la rectificación de las políticas llevadas a cabo por la coalición de gobierno social comunista no tiene que suponer una imagen espejo de lo que tanto y con tanta razón hemos venido criticando.

Que Núñez Feijóo, en un momento en el que los estrategas del PSOE, acosados por los sondeos, han decidido bajar al barro con todas las consecuencias –baste como ejemplo la enésima recuperación de la calumnia sobre el narcotráfico del candidato popular–, ofrezca puentes y grandes acuerdos de Estado es algo que le honra, por más que no halle demasiado eco entre propios y extraños.

Por otra parte, la propuesta de Feijóo responde a una realidad que no es posible despreciar, la de un país con graves problemas de fondo que es es preciso abordar desde los máximos consensos posibles. Son, pues, cinco pactos necesarios sobre el estado de bienestar, para garantizar la viabilidad de la sanidad pública»; el saneamiento económico, la protección de las familias y el fortalecimiento del modelo autonómico mediante el diálogo multilateral que nunca podría llevar a buen puerto un gobierno como el actual, con socios que ponen en duda la unidad de España y una izquierda antisistema que representan las viejas fórmulas del marxismo mil veces fracasadas. Núñez Feijóo pide una mayoría suficiente para avanzar desde el consenso, que es, precisamente, lo que ha roto el sanchismo.