Será un gobierno de espaldas a la mayoría

Si el próximo gobierno de coalición social comunista consuma la promulgación de la ley de amnistía lo hará en contra de la opinión de la gran mayoría de los ciudadanos españoles. Al menos, así se desprende de la encuesta que ha elaborado «NC Report» para LA RAZÓN, con un 71,1 por ciento de los consultados que declara su rechazo a que el ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, vuelva a España sin haber rendido cuentas ante la Justicia, posición que comparte el 46 por ciento de quienes se declaran votantes socialistas.

Contiene el sondeo muchas otras preguntas que confirman el profundo malestar de la opinión pública con la ley de amnistía, un hecho, por otra parte, que se refleja en la amplitud de las movilizaciones populares de las últimas semanas, pero que, mucho nos tememos, no hará la menor mella en La Moncloa, cuyos estrategas políticos han apostado claramente por esperara a que descienda la marea, bajo la premisa de que lo cuenta realmente son los diputados dispuestos a secundar a Pedro Sánchez. En este sentido, es de lamentar que sólo podamos esgrimir un sondeo, por bien realizado técnicamente que esté, para respaldar nuestros argumentos, pero la irremediable realidad es que la cuestión de la amnistía no sólo fue hurtada a los votantes durante la campaña electoral socialista, sino que, además, el candidato del PSOE había afirmado con reiteración que traduciría a los tribunales a quienes estaban reclamados por los jueces, especialmente, al propio Puigdemont.

Tal es así, que la mayoría de los encuestados, un 69,6 por ciento, cree que las medidas de gracia a los golpistas catalanes debían haber figurado en el programa electoral del PSOE. Incluso entre los votantes de Sumar, que son los menos críticos con Pedro Sánchez, un 47,5 por ciento considera que hubiera sido conveniente llevar la medida a las urnas.

También opina lo mismo el 42,5 por ciento de quienes declaran haber votado al partido socialista, porcentaje que se eleva al 57 por ciento cuando se pregunta a los simpatizantes del PSOE si creen que los independentistas van a complicar la legislatura. Es decir, que cuando el presidente del Gobierno divide maniqueamente en dos mitades a los españoles, debería tener en cuenta que entre los supuestos malvados de «las derechas» también se incluyen muchos ciudadanos que le otorgaron sus votos el 23 de julio pasado, pero que sería dudoso que volvieran a repetir si se diera una nueva consulta electoral con la amnistía como asunto central. Como señalábamos al principio, el nuevo gabinete que conforme Pedro Sánchez –una vez que la extrema izquierda resuelva sus cuitas internas– gobernará de espaldas a la gran mayoría de unos españoles que, además, temen la inestabilidad que generarán las exigencias nacionalistas, creando una tensión social que no augura nada bueno para la economía.