
Editorial
El submarino: Salvar al soldado Martín
Se da por hecho que desde el ámbito del Ejecutivo no se le va a tocar, pero el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, ha vuelto a quedar como Cagancho en Almagro...

Se da por hecho que desde el ámbito del Ejecutivo no se le va a tocar, pero el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, ha vuelto a quedar como Cagancho en Almagro. Y es que la violación acontecida en el centro de menores de Hortaleza, donde la situación ya estaba más que caldeada y había sido denunciada por vecinos y ámbitos policiales, ha tumbado en cuestión de horas la campaña partidista que el representante gubernamental ha venido ejerciendo contra el Gobierno madrileño por esta cuestión. Ahora, toca cerrar filas y salir al rescate de un delegado que ya ha demostrado en numerosas ocasiones –todavía se recuerda su declaración elogiando a Bildu, de la que tuvo que recoger cable– su sectarismo.
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