Claves para el ‘Plan TAC’ de las escuelas

Antes de analizar el potencial de la tecnología educativa querría subrayar dos cuestiones. La primera es​ que, aun considerando que las Tecnologías​ del Aprendizaje y el Conocimiento(​ TAC) son un elemento clave para entender las escuelas actuales y futuras, en el núcleo de la escolarización obligatoria deberá continuar estando el trabajo de las emociones​. La segunda, evitar pensar que en el ámbito educativo nada más se puede innovar con tecnología.

A continuación, detallo algunas consideraciones y reflexiones sobre las TAC y la inclusión de la tecnología en el ámbito educativo:

Enfoque metodológico.

Las TAC deben estar al servicio de la metodología seleccionada por los docentes y se deben plantear de manera coherente tanto en el Proyecto Educativo del Centro como dentro de la secuencia didáctica establecida por el profesorado. Es interesante desvincular la tecnología de procesos individuales, promoviendo situaciones para aprender a trabajar con tecnología de forma social y colaborativa. También hay que evitar que las TAC sean de uso exclusivo para un determinado grupo de profesores protecnológicos​ de cada centro. El enfoque STEAM (science, technology, engineering, arts y mathematics) es un muy buen ejemplo ya que garantiza el desarrollo de un conocimiento transversal, en el que los contenidos de cada una de estas áreas no se trabajan de manera aislada, sino de forma interdisciplinar para garantizar un aprendizaje contextualizado y significativo. La excelencia se consigue cuando la tecnología se invisibiliza en el aula y genera valor pedagógico​ ​.

Evaluación.

La tecnología aporta al profesorado métodos​ y herramientas​ para registrar y medir los progresos de cada alumno de manera muy diferente. Además, las mediciones del aprendizaje en entornos digitales suponen una nueva posibilidad y un reto a la vez, para individualizar los soportes educativos de los alumnos y focalizar la evaluación en los procesos de aprendizaje. También posibilita la inclusión​ ​del alumnado en el proceso de evaluación, enriqueciéndolo aún más.

Desde una perspectiva directiva, la digitalización de la evaluación requiere entender las analíticas de aprendizaje como una herramienta útil para tomar decisiones formativas, es decir, tomar decisiones para ayudar a mejorar los aprendizajes de todos los alumnos, basándose en evidencias.​

Personalización​.

El aprendizaje personalizado y, más concretamente, el aprendizaje​ adaptativo que utiliza​ tecnologías más sofisticadas y basadas en Big​ Data e Inteligencia Artificial será en breve un eje en el que se articulará la personalización de la enseñanza permitiendo adecuar al máximo los diferentes ritmos de aprendizaje. En ningún caso deberíamos caer en el error de pensar que la figura del docente perderá valor, al contrario;​ ya que permitirá liberar al profesorado para destinar el mayor tiempo posible a acompañar al alumnado en sus procesos de aprendizaje. En este sentido, cabe destacar el potencial de las TAC para atender al alumnado con algunas necesidades educativas especiales,​ pudiendo​ ser pieza importante en la inclusión​ ​.

Trabajo en red​.

En un mundo​ globalizado las aulas tienen que ser un ejemplo de trabajo​ en red​. La tecnología en este sentido es un facilitador para conectar los centros educativos con personas, otras escuelas (nacionales o internacionales), instituciones y empresas,​ para trabajar con un objetivo común y cohesionado. El trabajo en red en las escuelas genera,​ desde el punto de vista pedagógico, un​ enriquecimiento y un valor social y comunitario. Este tipo de experiencias son un claro exponente de cómo la tecnología en la mayoría de casos debe estar al​ servicio de los aprendizajes y es una pieza más del poliédrico​ mecanismo didáctico.

Dimensión ético-social​.

Aprender y enseñar con tecnología en la actualidad tiene unas implicaciones, unas desde la perspectiva social y otras desde la visión del alumnado.

La primera, ser conscientes de que, como sistema, debemos trabajar para lograr minimizar la brecha de la desigualdad, ya que los recursos no son los mismos en todos los centros educativos. El hecho de que el alumnado consuma tecnología fuera del colegio no lo libera de ser un analfabeto digital. El sistema debe garantizar unos recursos digitales de calidad que permitan al profesorado poder utilizar las TAC de manera eficiente y sin limitaciones. Estos recursos deben tener en cuenta principalmente la conectividad, la adquisición de material audiovisual-informático, el mantenimiento de los equipos y la formación.

Desde la perspectiva de la competencia digital del alumnado; aprender a gestionar su identidad digital, conocer los riesgos de seguridad y de comportamientos no deseables en la red, valorar la propiedad intelectual y desarrollar estrategias para generar un espíritu crítico válido en el mundo de los dígitos ​ ​que los capacite como ciudadanos digitales​ ​.

Pensamiento computacional.

Es una de las aportaciones fundamentales y que sin ninguna duda ha venido para quedarse e incluirse en el currículum obligatorio de las próximas generaciones como un elemento fundamental. El desarrollo del pensamiento computacional permite hacer frente a problemas y resolverlos haciendo uso de habilidades propias de la computación, del pensamiento crítico y del pensamiento lateral. Enseñar programación y robótica educativa desde pequeños es una herramienta que permite desarrollar habilidades y competencias requeridas en el mundo del que serán protagonistas.

La creación de contenido digital​.

El desarrollo de la generación de contenido digital y audiovisual es una competencia esencial que se debe trabajar de manera sistemática a lo largo de la educación obligatoria,​ pero sin olvidar​ que el foco es la comprensión. Las posibilidades de la edición audiovisual son tan grandes que tienen la​ capacidad de generar aprendizajes superficiales. La intencionalidad didáctica gestionada por el docente es, una vez más, una pieza fundamental. Sin embargo, es necesario generar espacios de creatividad vinculados al arte audiovisual donde el objetivo sea qu​e, desde la perspectiva estética, el​ alumnado experimente con las infinitas posibilidades del lenguaje digital.

Plan de comunicación.

Uno de los​ retos que tiene la escuela en la actualidad es saber comunicarse de manera adecuada con las familias y la comunidad escolar. La tecnología irrumpe aquí con una gran variedad de recursos: web escolar, blogs o redes sociales, por citar algunos ejemplos. Es verdad que puede entenderse como una acción propagandística, y en cierto modo mercantil. Sin embargo, a mi entender compartir contenidos de la dinámica del colegio es una manera más de integrar a las familias. El problema real es que generalmente se carece de un diseño de estrategia de comunicación sólida que tenga en cuenta todos los objetivos, metas y protocolos; y que sea validada por toda la comunidad escolar.

Finalmente, es imprescindible dotar a los centros educativos de elementos de planificación, evitando caer en aquellos relacionados con modas pasajeras muy vinculadas a la tecnología y a la improvisación o las prisas que la irrupción de estas genera. Además, las instituciones educativas generalmente tienen un ecosistema financiero débil que debería exigir al máximo una toma de decisiones racional, intencionada y compartida. Por este motivo, es necesario tener concretado un Plan TAC que parta del diagnóstico​ de la realidad del centro y que marque las líneas a seguir en los próximos años, lideradas por los equipos directivos y profesorado y compartidas con las familias. Un aspecto clave a valorar es el plan​ de formación TAC del claustro. La formación vinculada con las TAC debe ser realizada por profesorado experto y con amplia experiencia en aula que permita acompañar al proceso de capacitación de los docentes con recursos y experiencias aplicadas. De alguna manera, nos deberíamos exigir la capacidad de evidenciar cómo las formaciones acaban aportando valor a los centros, y por consiguiente enriqueciendo la formación de nuestros alumnos.