Educación
Estudiar en entornos virtuales de aprendizaje
El centro educativo ADN de Murcia lleva diez años sin utilizar el libro de texto como base del aprendizaje de sus alumnos
El centro educativo ADN de Murcia dejó de utilizar los libros de texto hace diez años como base del aprendizaje de sus alumnos. Desde entonces, sus estudiantes han ido aprendiendo a moverse con soltura en entornos virtuales de aprendizaje. Por eso, la crisis del Covid-19, ha supuesto un cambio menos brusco para ellos a la hora de adquirir conocimientos de otra manera diferente a la tradicional.
“De 1º a 4º de Primaria y en Bachillerato, utilizamos una plataforma propia, en la que el profesorado aloja los contenidos didácticos de cada una de las materias; contenidos seleccionados previamente o diseñados por el propio profesorado. En los cursos de 5º de primaria a 4º de ESO, este año, hemos comenzado a trabajar con AulaPlaneta. Por lo tanto, nuestros alumnos ya estaban familiarizados con el trabajo autónomo y online”, explica Nuria González, directora pedagógica.
Desde que se decretó el estado de alarma y los centros cerraron sus instalaciones, todos los lunes, el profesorado envía, tanto a los alumnos como a las familias propuesta de trabajo semanal a través de una plataforma de comunicación. En Infantil las actividades son voluntarias y, a partir de Primaria, llevan asignadas una fecha de entrega orientativa. “Los profesores se ajustan al ritmo individual de los alumnos y llevan a cabo las adaptaciones necesarias”, dice la directora pedagógica. Y un detalle importante: se trata de evitar que la sobrecarga de trabajo y que las tareas puedan generar un estrés añadido con las circunstancias que atravesamos.
Muchas de las actividades propuestas en AulaPlaneta son autoevaluables y la herramienta permite al profesor obtener información de sus alumnos del tipo: cuánto tiempo ha dedicado a la actividad, cuántas veces se ha equivocado...Eso es importante para después pensar qué contenidos deben ser reforzados o qué adaptaciones deben hacerse.
Tener videoconferencias con los tutores y especialistas es algo habitual. Con los tutores se realizan dos sesiones semanales: una al principio y otra al final de la semana; con los especialistas se convocan en función de las necesidades. “Es una forma de prestar atención a las familias y de descargar a las familias de tener que llevar a cabo un trabajo que nos corresponde”, explica la directora pedagógica.
La situación novedosa para familias, alumnado y profesorado ha obligado, no obstante a modificar cosas en función de las necesidades que han ido surgiendo. “Requiere de la capacidad de reinventarse y adaptarse, prácticamente, a diario”, añade.
González confía en que el confinamiento no se alargue mucho más porque “no permite satisfacer las necesidades propias de las diferentes edades, aunque con la tecnología está siendo muy llevadero”.
El profesorado del centro está desarrollando un papel clave: “está dando lo mejor de sí mismo; al igual que los alumnos, se ha adaptado rápidamente. Saben que son un pilar fundamental dentro de esta crisis y hay mucha responsabilidad detrás de su trabajo, a pesar de que, en muchas ocasiones, sea cuestionado”.
La directora pedagógica cree que no hay que temer que los niños puedan perder un trimestre de curso, porque la mayoría han ganado mucho al poder estar en casa y disfrutar de su familia. “Esto es algo que el alumnado demandaba y que se reflejaba en el día a día en el aula. Seguro que la mayoría han avanzado en autonomía, resiliencia, responsabilidad, etc., todas estas cosas son también muy importantes para el desarrollo integral de un alumno”.
En cuanto al currículo, “siempre se puede compactar; los contenidos se amplían cada curso, pero los anteriores se siguen trabajando en espiral, es decir, que se vuelven a repetir con un grado mayor de dificultad. A la vuelta al cole, se tomará como punto de partida el nivel en el que se encuentre cada niño, para acompañarlo”.
✕
Accede a tu cuenta para comentar