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Educación

Las becas ya no se darán por nota, sino por necesidad económica

Educación rebaja la exigencia para beca en la universidad de 6,5 a 5 . Bastará un aprobado en otras etapas educativas. Todos los alumnos con autismo tendrán ayudas

No importará tanto el esfuerzo como la renta familiar para conseguir una beca. El Ministerio de Educación y Formación Profesional y el Ministerio de Universidades han anunciado hoy una reforma del Sistema Estatal de Becas y Ayudas al Estudio según el cual los estudiantes recibirán las ayudas no por sus méritos académicos, sino por su necesidad económica.

Para recibir una beca sólo se exigirá el aprobado del curso anterior y se eliminarán los requisitos suplementarios que actualmente requieren determinadas calificaciones, según ha informado el Ministerio de Educación y FP. Así, se reduce la nota de acceso a becas no universitarias del 5,5 al 5.

En la universidad, una beca de grado se conseguirá con el simple aprobado de un porcentaje de créditos, y ya no se exigirá una nota media. Hasta ahora se pedía tener un 6,5 o 6 (en el caso de algunos estudios técnicos) para conseguir las ayudas. Según Educación, con la nueva medida se beneficiará a 61.059 estudiantes, de los cuales 54.853 son estudiantes de Grado universitario. Además, se aumenta en 100 euros la cuantía por beca, tanto para alumnado de educación no universitaria como para alumnado de Grado y Máster. Así, los alumnos con menos recursos verán aumentada cien euros la ayuda por esta circunstancia (pasará de 1.600 euros a 1.700), el que resida fuera de su municipio también verá acrecentada la asignación cien euros (pasaría de 1.500 a 1.600). Incluso habrá quien reúna estos dos requisitos y entonces “las cuantías serán acumulativas, no excluyentes”.

Lo opuesto al modelo Wert

El nuevo sistema revierte medidas vigentes desde 2012 y el Ministerio cree que con ello “se garantiza la igualdad de oportunidades” y se ayuda a las personas que tengan alguna discapacidad. El anuncio da al traste con la política de becas que implantó el ex ministro José Ignacio Wert, según el cual un estudiante que no tenía una media de 6,5 no estaba bien encaminado y debía estudiar otra cosa. También defendía que las becas debían vincularse al esfuerzo.

Los Ministerios de Educación y Universidades quieren que las becas aumenten de manera progresiva a lo largo de la legislatura para las rentas más bajas, haya un modelo de cuantías fijas, en lugar de aplicar variables que premiaban a los alumnos que se habían esforzado más y habían conseguido mejores notas y se mejore la gestión a la hora de notificar que se es beneficiario de una beca y luego cobrarla. Educación y Universidades creen que este nuevo sistema permitirá que familias con problemas económicos puedan acceder a una beca completa.

Expertos como Ismael Sanz, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos y ex director del Instituto Nacional de Evaluación Educativa cree que «se puede compatibilizar la necesidad de facilitar el acceso a los estudios universitarios con el reconocimiento del mérito, del esfuerzo, estudio y dedicación. No es incompatible. Se pueden vincular becas sólo vinculadas a la renta y otras al rendimiento». En su opinión, el alumnado que accede ahora a la universidad «tiene mayor nivel socioeconómico que la población en general y el momento en el que los alumnos de familias desfavorecidas se desenganchan de los estudios se produce antes de llegar a la universidad». También cree que las ayudas se deben incrementar donde más graduados se necesitan: las carreras de Ciencias, Tecnología, Ingenierías y Matemáticas».

¿Recibir una beca anima a acabar los estudios? «Obtener una de 825 euros incrementa la nota y los aprobados cuando los requisitos para obtenerla son más exigentes». Ahora bien, una vez que se consigue la ayuda, las notas del estudiante no mejoran si la dotación económica es mayor, según recoge un estudio sobre becas universitarias del que es autor José Montalbán, del Stockholm School of Economics.

Algunos grupos políticos, como Cs, creen, en relación al cambio de la nota que “sin regalar nada, en estas circunstancias hay que flexibilizar criterios, porque no sabemos muy bien cómo va a afectar esta crisis al rendimiento académico tanto universitario como no universitario. El Gobierno debería estar haciendo estudios en este sentido. En lo que sí quiero insistir es en que Cs estará vigilante al proceso para que estas becas se ejecuten en tiempo y forma (lo cual ya es difícil porque van tarde)”, ha explicado la portavoz de Cs en el Congreso, Marta Martín.

LAS BECAS DE LA LECHERA

*Por Jorge Sáinz, catedrático de Economía Aplicada de la URJC
¿En qué se diferencia este sistema respecto al anterior?
El sistema es el mismo, solo que antes, para entrar en el reparto de la cuantía variable de una beca se exigía un 6,5 y ahora vale sólo con un aprobado.
¿Las becas serán, en la práctica, de mayor o menor cuantía que antes?
La parte fija sí, se aumentará en cien euros, pero el dinero a repartir en la variable, si no se incrementa el presupuesto, caerá muchísimo. Las becas son como un saco. De él primero sustraes el dinero de las matrículas, después el de las cantidades de movilidad, luego el de la cantidad fija y luego el de la variable (que se reparte en función de la renta y el mérito del alumno). Si se extrae el dinero de la parte fija y de matrícula, la cantidad a repartir entre variables es entre mucha más gente, con lo que van a cobrar poco. Esto sólo se puede hacer si hay Presupuestos y no parece viable y la UE no va a permitir alegrías de gasto. Es el cuento de la lechera.
¿Los estudiantes van a recibir el dinero antes?
No, porque el sistema es el mismo. Se retrasa el pago a los alumnos porque hay que tramitar el resto de becas antes de dar la variable.