Ley Celaá

PP, Cs y Vox negocian con nacionalistas vascos y catalanes suavizar el varapalo a la concertada

Abre la posibilidad de que se garanticen plazas “suficientes” tanto en la pública como en la concertada, pero precisaría de la abstención de Esquerra

Imagen de la última comisión de Educación del Congreso
Imagen de la última comisión de Educación del CongresoChema MoyaEFE

En vísperas de la aprobación de la controvertida “Ley Celaá” en el Congreso, PP, VOX, Cs, JxCat y PNV se han unido para transaccionar una enmienda al artículo 109 de la ley que trata de suavizar el varapalo que recibe la escuela concertada en el proyecto de ley, aunque “sigue siendo una enmienda de mínimos para frenar la locura que supone esta ley”, aseguran fuentes parlamentarias.

Así, se introduce que las Administraciones deberán “garantizar” la existencia “suficiente” tanto de plazas públicas y “de aquellos que garanticen la prestación del servicio público de la educación, especialmente en zonas de nueva población”, expone en este último punto, en clara referencia a la concertada. La nueva redacción abre así más la posibilidad de que cada comunidad autónoma decida si mantiene el modelo o no de escuela concertada con el que cuenta.

Luis Centeno, de Escuelas Católicas, considera que, de salir adelante, “sería un buen empujón para la escuela concertada ya que supone mantener la complementariedad de la red publica y concertada prestando el servicio educativo”. Es decir, “elimina el carácter de la educación pública como única garante del derecho a la educación” que introdujo Más país.

La enmienda, no obstante, no está claro que pueda prosperar ya que precisaría de la abstención de Esquerra y, a esta hora, no parecía que estuviera dispuesta a romper sus pactos con el PSOE.

En la enmienda transaccionada también desaparece el punto cinco del proyecto de ley que decía que establecía el compromiso de incrementar las plazas en centros públicos.

Por su parte, PP y UPN ha pactado otra transaccional para que se tenga en cuenta la demanda social de las familias a la hora de programar los puestos escolares, pero no está claro que pueda salir adelante.