Educación

Así beneficia a los estudiantes la prohibición de los móviles en las aulas

Los jóvenes pasan de media siete horas al día frente a las pantallas

El Consejo Escolar andaluz aborda en un ciclo de conferencias el impacto de los móviles en las aulas
El Consejo Escolar andaluz aborda en un ciclo de conferencias el impacto de los móviles en las aulasEuropa Press

El último barómetro sobre jóvenes y salud, realizado por la Fundación Mutua Madrileña y Fad Juventud, desvela que el  59,3% de los jóvenes españoles manifiesta haber padecido o padecer algún problema de salud mental.

Las manifestaciones más recurrentes son el cansancio o falta de energía (46,2%), la sensación de estar triste o decaída (44,2%), los problemas para concentrarse (44,9%), miedo ante el futuro (42,7%), poco interés por hacer las cosas (40,7%), problemas para dormir (39,2%) y ataques de ansiedad (37,8%).

Según los expertos de Clínicas Origen, detrás de los elevados casos se encuentran el aislamiento durante la pandemia y el abuso de los dispositivos electrónicos. Y es que, los jóvenes pasan de media siete horas al día frente a la pantalla.

Para reducir este tiempo, algunas Comunidades, como Galicia y Murcia, han prohibido el uso de los móviles en las clases, mientras que en otras, como Castilla la Mancha, su utilización está limitado a espacios ajenos al aula.

Esta prohibición no es sólo para evitar que los teléfonos móviles puedan distorsionar el ambiente y las actividades académicas, sino de que, tal como explica la psicóloga de Clínicas Origen, Pilar Conde, el relacionarse con el mundo a través de las pantallas en detrimento de la experiencia directa puede estar relacionado con el desarrollo de problemas de ansiedad, provocando bajones anímicos e incluso dando lugar a incidentes graves como las autolesiones, todo ello dentro de un contexto de bajada general de la autoestima.

La experta admite que, si bien la norma puede ser percibida por los jóvenes como una merma de su libertad y será importante valorar bien cómo integrar las medida para generar equilibrio, el no disponer de móviles en el entorno escolar va a facilitar la concentración, la atención, así como el desarrollo de las competencias cognitivas y escolares necesarias. También, muy importante, explica, “va a ayudar a que las relaciones sociales se establezcan de manera tradicional, forjando vínculos sociales más significativos y desarrollando habilidades sociales”, sin olvidar que pondría freno a grabaciones y fotos, que pueden ser empleados como elementos de acoso escolar.

Ya un estudio elaborado por la catedrática Pilar Beneito y el profesor Óscar Vicente-Chirivella de la Facultad de Economía de la Universidad de Valencia revela que la prohibición del uso del teléfono móvil en las aulas contribuye a una mejora significativa en la convivencia escolar.

Edad recomendada para tener móvil

Por otro parte, para los psicólogos tan importante como la edad a la que los chicos tienen acceso es el uso compartido con los padres, de tal forma que éstos puedan supervisar contenidos y horarios hasta una edad más avanzada.

De momento, parece existir cada vez más consenso en aumentar la edad del primer uso, hasta ahora establecida por cierto consenso social en los doce años. Uno de los motivos es la constante comparación que niños, adolescentes y jóvenes hacen con respecto a otros en las redes, circunstancia que, de nuevo, conduce a problemas de autoestima y de identidad y que, a su vez, es origen de problemas anímicos y de trastornos de carácter ansioso: “se sobrevalora lo percibido y se infravalora lo propio, creándose así una brecha percibida significativa entre lo que se percibe como real y lo que se desea”. Más allá, la psicóloga advierte que el empleo de las redes sociales cuando la identidad no está aún establecida y la autoestima supeditada a la opinión ajena se convierte en un riesgo para el menor.

Para poner freno al abuso del teléfono móviles se recomienda:

  • Negociar tiempo de pantallas y supervisión de las mismas
  • Facilitar la realización de actividades en contextos sociales, de deporte, en actividades que sean de agrado del menor.
  • Disponer en el hogar de otro tipo de actividades o tareas que sean estimulantes para el niño.
  • Tolerar las demandas de aburrimiento y delegar la responsabilidad en el menor para que busque la manera de solucionarlo, potenciando así su creatividad y la autorregulación emocional.