
Informes
La universidad se transforma digitalmente
Las instituciones educativas afrontan casi con los mismos retos y oportunidades que otros sectores esta transición

La transformación digital es un proceso tangible e irreversible en las universidades españolas. La digitalización, que hasta hace poco se percibía como una cuestión de modernización administrativa o de mejora de infraestructuras, ha pasado a ser una de las prioridades estratégicas del sistema universitario. Así lo constatan informes como el Informe CYD 2023 y 2024 de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD) y el Universitic 2022 de la Crue Universidades Españolas.
El análisis de la Fundación CYD sitúa la transformación digital entre las siete prioridades estratégicas. La pandemia de la COVID-19 supuso un punto de inflexión, acelerando procesos como la docencia virtual, la gestión de datos en la nube, la automatización de procesos administrativos y la incorporación de la inteligencia artificial (IA) en la vida académica. Según los últimos datos recabados, el 85% de las universidades españolas considera la transformación digital una prioridad y más de la mitad ha creado vicerrectorados o figuras específicas para liderar este proceso.
La digitalización, sin embargo, no es un proceso uniforme ni exento de tensiones. El informe Universitic 2022, elaborado por la comisión sectorial de Crue-Digitalización, revela que la madurez digital ha experimentado una mejora significativa especialmente en áreas como la gestión, la innovación y el gobierno de las tecnologías de la información. El avance más notable se ha producido en la transformación de los procesos internos, con un incremento cercano al 30%.
La ayuda europea
La llegada de los fondos europeos ha supuesto un impulso relevante, permitiendo a las universidades invertir más de 33 millones de euros en iniciativas de digitalización, desde la mejora de las competencias digitales del personal docente y administrativo hasta la modernización de infraestructuras y la implantación de sistemas de gestión más eficientes.
Este esfuerzo inversor se ha traducido en una mayor personalización de la relación con el estudiantado y en una optimización de la gestión de recursos, aunque también ha puesto de manifiesto las limitaciones estructurales del sistema. Menos de un tercio de las universidades dispone de planes plurianuales de financiación para sus estrategias digitales, lo que dificulta la consolidación de proyectos a largo plazo y obliga a priorizar aspectos concretos de la digitalización en detrimento de una transformación integral.
El impacto de la digitalización en la experiencia del estudiante es uno de los aspectos más destacados. El análisis de la Fundación CYD muestra que cerca del 89% de las universidades percibe una mejora en el acceso y la gestión de la información gracias a la tecnología, mientras que el 74% considera que el nivel de transformación digital alcanzado es comparable al de otros sectores institucionales y educativos. Las nuevas pedagogías, apoyadas en entornos virtuales de aprendizaje y recursos digitales, han potenciado la participación y el rendimiento del alumnado, aunque la docencia presencial sigue siendo el modelo predominante. La docencia en línea y los modelos híbridos han ampliado el acceso a la educación superior, especialmente para colectivos tradicionalmente excluidos por razones geográficas, laborales o familiares.
Algunos retos
No obstante, la digitalización también ha puesto sobre la mesa retos de calado, como la brecha digital y la necesidad de formación continua del profesorado y el personal técnico. El informe Universitic 2022 indica que el 45% de las universidades dispone ya de planes de formación en competencias digitales, pero la falta de recursos humanos y económicos sigue siendo un obstáculo para una capacitación generalizada. El estudio de la Fundación CYD coincide en señalar la falta de cultura digital y la resistencia al cambio como barreras persistentes, junto con la insuficiencia de inversiones sostenidas en el tiempo y la dificultad para adaptar los marcos normativos y de gobernanza a las exigencias de la era digital.
La gobernanza universitaria irrumpe, además, como un factor clave en este proceso de transformación. El Informe CYD 2024 subraya la necesidad de modernizar los sistemas de gobierno y gestión de las universidades para que puedan afrontar con garantías los desafíos de la digitalización y competir en un entorno internacional cada vez más exigente. La aprobación de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) ha sido recibida con escepticismo por parte de algunos actores, que consideran que no dota a las universidades de la autonomía y los instrumentos necesarios para liderar una reforma profunda.
Hablemos de la IA
La irrupción de la IA generativa en el ámbito universitario constituye uno de los retos más inmediatos y complejos. La universidad se enfrenta al desafío de integrar estas tecnologías en la docencia, la investigación y la gestión, garantizando al mismo tiempo la ética, la transparencia y la protección de los derechos fundamentales. La IA abre nuevas posibilidades para la personalización, la automatización y el análisis, pero también plantea interrogantes sobre la evaluación, autoría y el papel del profesorado.
Comparado con otros sistemas universitarios internacionales, España avanza a buen ritmo en indicadores clave, pero arrastra déficits estructurales en financiación, autonomía y capacidad de innovación.
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