Crítica de cine

«El cuerpo»: Sin cadáver no hay asesino

Dirección: Oriol Paulo. Guión: O. Paulo y Lara Sendim. Intérpretes: Hugo Silva, José Coronado y Belén Rueda. España, 2012. Duración: 107 minutos. Thriller/suspense.

La Razón
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Hay un hombre que huye aterrado, hay un comienzo inquietante. Un espacio tenebroso, la morgue, y el cadáver de una otrora poderosa mujer que desaparece. Buenas mimbres para un thriller como «El cuerpo», donde, sin avanzar pistas, poco o nada es lo que parece. O sí. Coronado, con raya enmedio, encarna a un seco policía que busca a la muerta (encarnada por Belén Rueda, quien consigue que el personaje nos resulte irritante con ese aire decadente de las damas de melena voluminosa capaces de pagar el amor) mientras sospecha de su marido, un Hugo Silva que le hinca el diente con inteligencia a un papel llenito de trampas. Cine comercial en estado puro y, en general, buena factura técnica (además de Hichcock, citado por el propio director, hay otras influencias; por ejemplo, el Robert Zemeckis de la inquietante «Lo que la verdad esconde»), el guión experimenta hacia los últimos instantes un brusco giro hasta desembocar en un increíble desenlace del que, avisamos a los espectadores, no deben perder ripio, que absolutamente todo se soluciona en esos apretados minutos. Aunque tarde, siempre llega la venganza.