España

¿Un Parlamento Eurpeo ingobernable?

PLENO DEL PARLAMENTO EUROPEO EN ESTRASBURGO
PLENO DEL PARLAMENTO EUROPEO EN ESTRASBURGOlarazon

A menos de un año de las elecciones europeas, el Parlamento Europeo (PE) no esconde su inquietud ante la previsión de convertirse en el blanco del malestar de los ciudadanos con su clase política y las instituciones comunitarias. Y es que tras un lustro de crisis y cinco rescates financieros, el euroescepticismo se ha extendido como una mancha de aceite que salpica incluso a los países mediterráneos, que hasta hace bien poco veían a la UE como garantía de su progreso económico y su estabilidad democrática. De norte a sur y de este a oeste, el desencanto con el proyecto europeo no entiende fronteras. Según el Eurobarómetro, sólo el 34% de los franceses, el 20% de los británicos, el 48% de los polacos, el 30% de los alemanes, el 31% de los italianos o el 20% de los españoles confían hoy en la Unión Europea.

El temor generalizado, especialmente entre los dos grandes partidos, el Partido Popular Europeo (PPE) y el Partido de los Socialistas Europeos (PSE), que juntos ocupan 449 de los 754 escaños de la Eurocámara, temen que los partidos antieuropeos y ultraderechistas como el UKIP británico, el Frente Nacional francés o el Pueblo de la Libertad holandés rentabilicen la desafección política de los electores y conviertan Estrasburgo en un Parlamento ingobernable. Además, pesa la evolución de la participación electoral, que no ha dejado de descender desde que en 1979 se eligió por primera vez la Eurocámara por sufragio universal. Entonces, el 61,99% de los europeos acudió a votar, muy lejos del 43% registrado en 2009.

Frente a aquellos que tratan de sacar beneficio de las revuelas aguas europeos, socialistas y populares se han sacado un poderoso as de la manga para acercar la institución a la población y, de paso, dotar de mayor legitimidad a la Comisión Europea (CE). En las elecciones europeas de mayo de 2014, los partidos presentarán por primera vez a su candidato para presidir la CE. Es decir, que el próximo presidente del Ejecutivo comunitario será elegido de forma indirecta por los europeos y no, como hasta ahora, que depende de un acuerdo político del Consejo Europeo, que reúne a los líderes políticos de los Veintisiete. "Era como elegir al Papa", ironiza el líder de la Alianza de los Liberales y Demócratas Europeos (ALDE), Guy Verhofstadt, que cree que "a partir de ahora habrá unas negociaciones reales entre el Consejo y el Parlamento". El portavoz del PE, Jauma Duch, añade que "estos candidatos deberán debatir entre ellos y tener un programa. En cambio, antes, era como un concurso de belleza".

En opinión del socialista Juan Fernández López Aguilar, "tenemos el Parlamento más poderoso de la historia en la peor crisis europea"y advierte de que "nada de lo que está pasando en España se puede arreglar sin tener en cuenta lo que está pasando aquí". En esta línea, Luis de Grandes (PP) recuerda que el "80% del trabajo del Parlamento español consiste en traspasar la legislación europea".

Mientras que en el PPE aún no sobresale ningún candidato, en el campo socialista el actual presidente del Parlamento Europeo, el combativo Martin Schulz, no oculta su interés por la nominación. El eurodiputado socialdemócrata alemán no cree que su nacionalidad le pueda perjudicar ante el electorado, especialmente en países como Grecia, Portugal o España. "Vivimos en un continente en el que la nacionalidad no importa. No es un obstáculo para mí ser alemán". "No represento a Alemania, sino una idea democrática de Europa".

Ante las novedades de las próximas elecciones, el Parlamento Europeo prepara una intensa campaña. Fernando Carbajo, jefe de Comunicación Audiovisual, constata que hoy "ya todas las elecciones nacionales se siguen con interés europeo", por lo que con mayor razón unas elecciones que repercutirán en la vida cotidiana de los 500 millones de europeos. En su opinión, el "PE hace una apuesta por la transparencia al emitir en directo diecinueve reuniones parlamentarias al mismo tiempo y en diferentes idiomas".

Pero de poco servirá esta labor informativa, si las elecciones europeas siguen siendo vistas por la población como una oportunidad ideal para castigar al Gobierno de turno y los temas domésticos centran la campaña. En este sentido, los partidos españoles prometieron europeizar la campaña. El socialista Enrique Guerrero, pide combatir "la opacidad del Parlamento Europeo en la vida política española". Mientras, el popular Luis de Grandes recordó que "el marco en el que hay que moverse es el europeo"y que en las próximas elecciones "nos estamos jugando el futuro de España".