Golf

El maldito doble boggey

Oliver Günther, director de Villanueva Golf, ha elaborado un artículo a título personal, el cual os reproducimos a continuación, en el que expresa su opinión sobre el cierre del campo.

Villanueva Golf.
Villanueva Golf.larazon

¿Cómo se le debe de quedar la cara a nuestros touroperadores en los países de origen al oír por quinta vez que se cierra un campo de Golf en menos de dos años en mi querida tierra de Cádiz? ¿Es una casualidad?

Esta vez toca, tras casi nueve años viajando en plena crisis, el cierre definitivo de Villanueva Golf. No se puede reprochar absolutamente nada a todo el equipo de este campo bravo y caracterizado por los vientos.

Se ha conseguido ser el segundo mejor campo de la zona, según Tripadvisor, en la Costa de la Luz. Se optó por una metamorfosis rediseñando el campo al estilo escocés. Se ha tenido un restaurante de buena mesa y muy variada. Se sumaron al proyecto tres pistas de tenis de césped natural y se consiguió un futuro Torneo de la Federación Española de Tenis y la ATP. Se ha tenido a uno de los mejores profesionales de golf en España, con una Escuela excelente. Y no podemos olvidar en absoluto las actividades sociales, torneos y fiestas inolvidables, gracias a un grupo de socios que ha aprendido a crecer con el personal y ha vivido intensamente Villanueva Golf.

¿Se pudo hacer algo más? Fácil es criticar nuestro maldito Doble Boggey en el hoyo 9 como un mero espectador.

Ahora mi pregunta es: ¿Alguien más pudo evitar este error?

¿Dejar caer un destino de golf nombrado en el 2004 como el mejor destino emergente? ¿Dejar que se lleven los vuelos llenos de turistas de golf a la Costa del Sol, Tenerife o Turquía? ¿No es extraño que las cifras de vuelos llegadas a Jerez caigan en picado mientras que Málaga tiene una constante subida? ¿Qué hay de la sangría de pagar unos impuestos que son insostenibles para los gestores de los campos de golf? ¿Hablamos de turismo o hacemos turismo?

Espero que este cierre sirva para algo en la provincia y haga pensar a más de uno.

Me quedo con los buenos recuerdos de los socios y del personal, que desafortunadamente se va al paro y mañana se preguntan: ¿Para qué hemos hecho todo esto?

Oliver Günther.