¿Cómo y quién elige los nombres de las borrascas?

Armand, Béatrice, Claudio, Denise, Efraín, Fien, Gérard, Hannelore, Isaack, Juliette... Son las borrascas que llevamos en este año 2023. Ante tanta sucesión de nombres, surge la duda: ¿de dónde salen estos nombres y quién los elige?

¿Qué es una borrasca?

El término borrasca hace referencia a una perturbación atmosférica caracterizada por fuertes vientos y abundantes precipitaciones. Según informa la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), es un tipo de ciclón (término genérico donde se incluyen los huracanes, tifones, bajas polares, medicanes, etc.) que transcurre por latitudes medias, entre 30 y 60º de latitud. Son sistemas de bajas presiones donde el viento gira en sentido contrario a las agujas del reloj en el Hemisferio Norte. Asociados a las borrascas se suelen producir vientos fuertes o muy fuertes, que serán más intensos cuanto menor sea el mínimo de presión en el centro de la baja. No todas las borrascas tienen nombre. Únicamente aquellas que se profundicen de tal manera que puedan producir un gran impacto en bienes y personas, lo que se denomina borrasca de alto impacto, aunque no será necesario que experimenten un proceso de ciclogénesis explosiva (caída igual o superior a 18-20 hPa en 24 horas en el centro de la baja en nuestras latitudes).

¿Por qué se nombran las borrascas?

Desde 1954, la Universidad Libre de Berlín ha estado bautizando a los anticiclones y borrascas, y varios países, entre ellos España, decidieron adoptar el modelo con algunos cambios. El nuevo sistema de dar nombre a las borrascas con gran impacto se implementó con éxito durante dos temporadas (2015-16 y 2016-17) en el Grupo Oeste europeo (Reino Unido, Irlanda y Países Bajos), antes de extenderse también al Grupo Suroeste (España, Francia, Portugal, Bélgica y Luxemburgo) durante la temporada 2017-18. A través de unas encuestas en Reino Unido e Irlanda, se averiguó que la población estaba más atenta a los avisos previstos de fenómenos meteorológicos adversos y a las recomendaciones de seguridad cuando la amenaza estaba asociada a un nombre. Además, el hecho de nombrar a las borrascas con gran impacto permite que la comunicación sea más efectiva ante un episodio adverso.

¿Cuándo se nombra una borrasca?

Una borrasca se nombra, con carácter general, cuando se prevean condiciones que den lugar a la emisión de avisos de viento (en el caso de AEMET, racha máxima) de nivel naranja o rojo asociados a dicha baja en alguno de los cinco países del Grupo Suroeste y que se espere que puedan producir un gran impacto en varias zonas. En el caso de España, las borrascas deberán ir acompañadas de rachas máximas superiores a 90, 100 y 110 Km/h dependiendo de las zonas. Sin embargo, una borrasca también se podrá considerar de gran impacto si las rachas de viento son superiores a los 70, 80 y 90 km/h y, además, se producen avisos naranjas o rojos por precipitaciones.

¿Cómo se eligen los nombres de las borrascas?

El 1 de septiembre de 2022 los servicios meteorológicos de España, Francia, Bélgica y Luxemburgo, dieron comienzo a la sexta temporada de nombramiento de borrascas con gran impacto sobre los países del suroeste de Europa. El primer servicio meteorológico que prevea emitir avisos de nivel naranja o rojo dará nombre a la borrasca siguiendo la lista preestablecida en el Grupo Suroeste para la temporada e informará al resto de los países del grupo suroeste y al resto de los grupos de nombramiento. Así, la lista para la actual temporada de borrascas 2022-2023 está formada por 21 nombres que, ordenados por orden alfabético y alternando nombres masculinos y femeninos que son: Armand, Béatrice, Claudio, Denise, Efraín, Fien, Gérard, Hannelore, Isaack, Juliette, Kamiel, Larisa, Mathis, Noa, Oscar, Patricia, Rafael, Sarah, Tiago, Valérie, Waid.