"Horno ibérico": La ola de calor convierte España en una caldera con máximas de 44 grados en estas zonas

El descenso térmico de las últimas horas ha sido un mero espejismo porque la Península Ibérica ya comienza a notar los primeros efectos de la segunda ola de calor del verano que, según indican las previsiones, será más aguda que la primera y afectará a una gran parte del país.

Si el pasado sábado hubo zonas en la provincia de Valencia en las que se alcanzaron los 45 grados y ayer seguía habiendo localidades con máximas por encima de los 40 grados en el litoral del sureste por la persistencia del poniente, durante estos días volverán a dispararse las temperaturas.

La responsable de esta situación de calor extremo es una dorsal africana que activará el horno ibérico, con temperaturas diurnas asfixiantes y con mínimas también muy altas, que convertirán la gran mayoría del país es una caldera.

De momento, las próximas horas se caracterizarán por temperaturas notablemente más bajas en el litoral este y sureste, donde incluso ha llegado a llover en algunas zonas.

En el resto de la Península el ascenso ha comenzado a ser generalizado, en un ambiente estable que ha elevado el mercurio hasta los 40 grados en Extremadura, valle del Guadalquivir, hoya de Granada y en el oeste de Castilla-La Mancha. Pero esta vez, ninguna comunidad se escapa del calor, que afectará incluso a Galicia, donde será más notable en la provincia de Orense. El centro Peninsular también sufrirá las consecuencias de la canícula.

Así, según indica la página web de la AEMET las provincias que están en alerta naranja por intenso calos son el interior de Andalucía, Extremadura, pero también Castilla y León y Castilla-La Mancha, Sur de Galicia y Madrid.

Pero lo "bueno" llega a partir de mañana y se prolongará durante unos días. Según explica Samuel Biener de Meteored, "la dorsal norteafricana se irá imponiendo sobre nuestra vertical, afectándonos una masa de aire muy cálida. Nuestro modelo de referencia muestra que habrá temperaturas de hasta 28 grados a unos 1500 metros en el centro y sur peninsular, e incluso la isoterma de 30 grados puede llegar a tocar Canarias, donde el intenso calor volverá a ser noticia".

Con este escenario, Biener anuncia que "pasarán de los 42 grados en puntos de Extremadura, mitad oeste de Castilla-La Mancha y las provincias de Sevilla, Córdoba y Jaén. En principio no se espera tanta nubosidad y polvo en suspensión como en este último episodio, por lo que en estas zonas no sería raro que localmente tocaran los 44 grados".

En otras zonas del interior, sur, meseta norte, depresión del Ebro y valle del Miño se quedarán muy cerca de los 40 grados. En el archipiélago canario sobrepasarán este valor en aquellos sectores situados a sotavento de los estes y norestes. A pesar de que la previsión es que no haya tanta calima y nubosidad, lo más probable es que la Agencia Estatal de Meteorología lance un aviso especial por ola de calor.

La excepción única zona que escapará del horno ibérico será la costa del extremo septentrional, donde las máximas se quedarán por debajo de los 25 grados, Tampoco serán excesivamente altas a orillas del Mediterráneo, pero la sensación de bochorno será bastante acusada.

Pero ¿por qué se producirá un horno ibérico?

Esta situación extraordinaria se da por la combinación de dos factores. El primero es la ya citada dorsal norteafricana, que dará estabilidad atmosférica y traerá vientos calientes. El segundo tiene que ver con la Península, que generará su propio calor estos días, debido a la falta de viento, al calentamiento de la superficie terrestre y la elevada radiación.

Estas altas temperaturas durante el día tendrán continuidad durante la noche, con mínimas tropicales y termómetros por encima de los 25 grados, pero sobre todos muy tórridas por la ausencia de aire. Estas noches tropicales se harán notar sobre todo en en el litoral mediterráneo, sur de Canarias y tercio sur, Castilla-La Mancha y poblaciones meridionales de la Comunidad de Madrid y se prolongarán durante casi toda la semana.

El miércoles y jueves serán las noches más cálidas, con mínimas tórridas en las que no bajará de los 25 grados en puntos del archipiélago canario, Cáceres y en puntos del valle del Guadalquivir.

La semana acabará con algún chubasco en el norte y en zonas montañosas debido a una perturbación atmosférica que favorecerá el desarrollo de tormentas en el Pirineo y en zonas de montaña del este, que se traslararán a la vertiente cantábrica durante el din de semana.

En lo que respecta a las temperaturas, parece que a partir del viernes podrían bajar pero los modelos meteorológicos muestran mucha incertidumbre. En algunos de los escenarios previstos indica que podría volver a entrar una masa de aire cálido y por tanto, nueva subida de temperaturas. De todas formas, la situación se irá aclarando a lo largo de la semana.

La previsión de AEMET indica que el jueves ya habrá una bajada de temperaturas en el tercio oeste peninsular y Levante y la aparición de nubes de evolución en áreas del centro y este peninsulares, con posibilidad de algún chubasco disperso en el entorno oriental del Pirineo e Ibérica, y pudiendo darse también alguna tormenta seca en interiores del este. En Canarias, predominio de cielos poco nubosos, con algunos intervalos de nubes bajas en los nortes de las islas montañosas, e intervalos de nubosidad de evolución en interiores.

El viernes, la situación no variará mucho, excepto por la posibilidad de entrada de un frente por el Atlántico, que afectaría al litoral cantábrico