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Mitos y leyendas

"Lluvia de ranas": ¿Pueden caer anfibios del cielo?

A lo largo de la historia se han registrado casos de anfibios como precipitados del cielo, incluso en España, y la explicación que da la ciencia de este fenómenos resulta fascinante

Un ejemplar de sapo americano
Un ejemplar de sapo americanolarazon

Cuando llueve con fuerza, en España se dice que "caen chuzos de punta" o que "está lloviendo a cántaros", y mientras que los anglosajones prefieren expresarlo como "están cayendo gatos y perros" ("It's pouring cats and dogs").

De cualquier forma, es obvio que con ello no se quiere decir que estén cayendo literalmente del cielo ni cánidos ni vasijas de cerámica, solo son expresiones para decir que llueve con mucha fuerza.

Sin embargo, un fenómeno que ha sido registrado a lo largo de la historia en diferentes lugares del mundo es la llamada "lluvia de ranas", en la que, de hecho, sí caen anfibios del cielo.

En una época marcada por un flujo enorme de información, a veces cuesta separar la paja del grano, ya que es muy fácil caer enbulos o desinformaciones, y es más costoso rebatir una mentira que generarla. Entonces, ¿es la "lluvia de ranas" un fenómeno atmosférico real o es un simple mito?

"Lluvia de ranas": ¿Pueden caer anfibios del cielo?

En efecto, aunque es un fenómeno extrañísimo que se da cada mucho tiempo, las "lluvias de ranas" son reales. A lo largo de la historia se le ha intentado dar una explicación a este curioso suceso, desde plagas enviadas por un dios iracundo que intenta castigar a los pueblos por sus pecados hasta una extravagante teoría sobre que estos anfibios habían directamente nacido en las nubes, y que al crecer, caían sobre la faz de la tierra.

Obviamente, estas explicaciones paracientíficas carecen de total fundamento, pero todas las épocas han tenido sus propias creencias mágicas o pseudocientíficas, desde los hechizos de transmutación hasta el recetar dosis de cocaína contra el cáncer, pasando por la eficacia de la economía planificada.

Durante las llamadas "lluvias de ranas", caen este tipo de anfibios del cielo, aunque también pueden precipitarse otros batracios, como los sapos, o incluso otro tipo de animales, como peces, insectos, pájaros y hasta reptiles. Sin embargo, y por fantasioso que pudiera parecer este fenómeno, tiene una explicación científica.

¿Por qué pueden llover ranas?

Cuando un pequeño tornado de aire se forma sobre una basta superficie de aire, se le denomina "tromba marina" o manga. Estos fuertes vientos pueden llegar a arrastrar consigo grandes volúmenes de agua, así como toda la flora y fauna que esté presente en ella. También puede ocurrir el mismo efecto con huracanes o tornados que se formen sobre tierra firme.

Estos pequeños torbellinos transportan todos los materiales durante kilómetros, suspendidos en el aire. Cuando pierden fuerza, todos aquellos animales y elementos que iban arrastrando se precipitan hacia el suelo.

De esta forma es como pueden llegar a darse las "lluvias de ranas", aunque no tienen por qué ser siempre batracios los animales que caigan desde el cielo, y ni siquiera van siempre acompañadas de precipitaciones de agua.

El "influencer" y divulgador de cultura y curiosidades Píldoras Culturales (@pildorasculturales) compartió un vídeo en su cuenta oficial de TikTok en el que explicaba este llamativo fenómeno meteorológico. En él, explicaba que los batracios son "las víctimas más habituales" de esta clase de luvias, debido a su ligero peso y su tendencia a moverse en grandes grupos durante determinadas épocas del año.

El día que llovieron codornices en España

En una lapso de tiempo de menos de una década, hay registradas en la historia de España dos ocasiones en las que cayeron aves del cielo, ambas a finales del siglo XIX.

El 25 de septiembre de 1872 fue registrado en San Fernando (Cádiz) un tremendo aguacero que, además de lluvia, dejó caer un gran número de codornices. La información fue publicada por el diario La Discusión, que contaba cómo soldados del Ejército de Tierra y de la Marina española recogieron los cuerpos de las aves del suelo, que les sirvieron de cena.

Aunque se no cuenta con tanta información al respecto, se sabe que tan solo ocho años después, en junio de 1880, se abatió otra lluvia de codornices sobre Valencia. Otros lugares de España han registrado precipitaciones acompañadas de ranas, sapos, peces e incluso serpientes.