Política

Elecciones autonómicas

El PSOE cree que el bloqueo a Susana Díaz beneficia al partido

Pedro Sánchez y la candidata socialista Ana Belén Castejón durante su participación en un almuerzo con simpatizantes celebrado hoy en Cartagena
Pedro Sánchez y la candidata socialista Ana Belén Castejón durante su participación en un almuerzo con simpatizantes celebrado hoy en Cartagenalarazon

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha reiterado en Murcia que no le temblará el pulso a la hora de echar a corruptos del partido, apuntando además que “los corruptos tendrán que pagar y devolver el dinero robado respondiendo con su patrimonio”.

Siete días, ocho comunidades autónomas y una veintena de actos completan el balance de Pedro Sánchez en el ecuador de la campaña. El líder socialista ya ha recorrido la mitad del camino hacia las urnas, enarbolando la bandera del PSOE como la «única alternativa de izquierdas real a la derecha insensible que gobierna en España». Los primeros compases de esta campaña, además de por la hiperactividad de su secretario general, han estado marcados por las sucesivas negativas a la investidura de Susana Díaz. Pero, al contrario de lo que pudiera parecer, este aparente desgaste institucional tiene una contrapartida beneficiosa para el PSOE. Fuentes del Comité Electoral del partido reconocen que la «coalición del bloqueo» imperante en Andalucía es un «acicate» para movilizar el «voto práctico de izquierdas», porque demuestra que son partidos interesados en acaparar poder y que no piensan en los ciudadanos, sino en ellos mismos para mantener intacta su independencia de cara a los comicios municipales y autonómicos. El PSOE entiende que esta postura del «no» beneficia a su partido porque refleja que son «un valor seguro» y la única formación que aspira a gobernar para la mayoría.

El objetivo no es baladí. Ante la posible pérdida de las aplastantes mayorías absolutas que los populares obtuvieron en 2011, el PSOE aspira a revalidar Asturias, a conquistar importantes feudos como Castilla-La Mancha, Extremadura, Valencia o Madrid y mira de reojo a las principales ciudades con la certeza de que sus posibilidades son mayores en el ámbito municipal que en el autonómico. Para facilitar la entrada en los gobiernos, la dirección federal del partido ha dado libertad a sus barones para pactar, eso sí, siempre que no sea ni con PP ni con Bildu.

La consecución de sus objetivos tendrá lugar o no en la recta final de la campaña. Para este colofón final Sánchez ha dejado los territorios clave: visitará Valencia, Extremadura, Castilla-La Mancha y cerrará en Madrid. Para este último esfuerzo también han reservado el mitin con más morbo informativo. A pesar de que todavía no está confirmado, el 20 de mayo en Sevilla sería la fecha elegida por el líder del PSOE para compartir cartel con Susana Díaz, con la que no ha coincidido en la primera parte de la campaña. Con quien sí coincidió Sánchez ayer fue con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, en Murcia. A ambos secretarios generales les separaban apenas unos metros de distancia de los mítines de los que eran cabeza de cartel.