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Los «diez mandamientos» electorales de Vox

La formación se presenta como “la derecha verdadera”, “antifascista y anticomunista”, “con un mismo programa para toda España”

El presidente de Vox, Santiago Abascal , el secretario general, Javier Ortega Smith, y el cabeza de lista por Sevilla Francisco Serrano, durante un acto en Sevilla / Foto: Efe
El presidente de Vox, Santiago Abascal , el secretario general, Javier Ortega Smith, y el cabeza de lista por Sevilla Francisco Serrano, durante un acto en Sevilla / Foto: Efelarazon

La formación se presenta como “la derecha verdadera”, “antifascista y anticomunista”, “con un mismo programa para toda España”

Los movimientos pendulares sociológicos y políticos van ligados a la historia de la humanidad. Acción-reacción. Ante la falta de respuestas del bipartidismo hegemónico en España, surgió una reacción de las elites y los poderes fácticos -el Ibex 35, se ha llegado a decir-, Ciudadanos, y otra pareja también de la cúspide intelectual universitaria y de las clases populares, Podemos. Otras formaciones como UpyD, directamente, fueron despreciadas por el electorado. Ahora, en una segunda etapa tras las crisis, la falta de respuesta, de nuevo, de los cuatro partidos hegemónicos, ya homogeneizados en parte, con chalés en Galapagar incluidos, más la cuestión catalana, el miedo a la inmigración y la radicalización del discurso feminista está llevando a parte del electorado a Vox, una formación que ya existía pero aparece como si fuera nueva. Vox a 2018 lo que Podemos fue en 2015: una fuerza transvesal a la que acuden los desencantados de las citadas materias y que suscita un interés inusitado. Vox tiene un elemento de ventaja respecto a Podemos: su propia definición sin complejos como “derecha verdadera”, calificando a PP o Cs como “acomplejados”, lo que, a medio y largo plazo, puede ayudar a la visibilización de estos partidos como centro no porque hayan cambiado o matizado su ideología sino por la mera irrupción de un partido más a la derecha en el espectro político, como es el caso de Vox. En cualquier caso, Vox se define como partido democrático y rechaza la extrema derecha. “Somos antifascistas y anticomunistas”, proclama su líder Santiago Abascal, con “un mismo programa en toda España”. “De extrema decencia” y “extrema necesidad”, proclama el partido.

El resto del secreto de su éxito, unido al desencanto general, está en la claridad de sus mensajes. “Aquí no cabe todo el mundo”, proclaman. “Sin papeles, fronteras cerradas”. "Deportación de los inmigrantes que estén de forma legal en territorio español pero que hayan reincidido en la comisión dedelitos leves o hayan cometido algún delito grave. Revisión de los tipos penales para combatir a las mafias de la inmigración ilegal", recoge el programa. También otras propuestas efectistas por su reminiscencias a Trump como “la construcción de un muro en Ceuta y Melilla”, obviándose en las críticas que en las fronteras españolas ya hay muros de alambrada con concertinas -más dañinos para la seguridad de las personas que uno de piedra u hormigón- con guardias civiles armados vigilando. Lo que sí defiende Vox con ahínco es una mayor dotación de medios para el personal de las fronteras.

El resto de asuntos que conforman el decálogo del programa de Vox son:“la unidad de España”. “Exigiremos el cumplimiento de nuestra Constitución, la suspensión inmediata de la autonomía de Cataluña y el procesamiento de los sublevados en el golpe de Estado separatista”, señala.

Punto 2: “recortar el despilfarro”: “Fuera autonomías. Recortar gastos políticos, cargos a dedo, asesores, coches oficiales, subvenciones a partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales. Cerrar el Senado”.

Punto 3: Educación y Sanidad, “un solo sistema con los mismos derechos en todo el territorio nacional, para garantizar que todos los españoles seamos libres e iguales en derechos y prestaciones públicas”.

Cuarto punto: Impuestos, “los mínimos”. “Bajar el IRPF al tipo único del 21%, con los primeros 12.000 exentos, más 3.000 euros por hijo o dependiente, lo que supondrá un aumento de 250 euros al mes en sueldos y pensiones”.

Punto quinto: “Apoyo a los que crean empleo y riqueza”: “Apoyar a autónomos, comerciantes, emprendedores y Pymes. Bajar la cuota de autónomos, simplificar licencias, eliminar trabas, facilitar su financiación”.

Sexto apartado: “Apoyo a la familia, vida y valores”. “Defender la vida, a los mayores, discapacitados y dependientes. Implantar el cheque escolar para garantizar la libertad educativa”.

Séptimo, “lucha contra la corrupción”: “Eliminar el indulto, endurecimiento de las penas del código penal para los corruptos, un Poder Judicial de ámbito nacional, independiente y profesional”.

Ocho: “Fundamentalismo islámico”: “Cierre de las mezquitas fundamentalistas. Recuperación del control de nuestras fronteras. Detención y expulsión de los imanes extremistas y reciprocidad religiosa con países islámicos. No a la entrada de Turquía en la UE”.

Noveno punto: “Inmigración e identidad. Controlar la inmigración en función de las necesidades de la economía nacional, y de la capacidad de los que lleguen para integrarse y aceptar nuestros valores”.

Décimo: “Recuperar nuestro peso en Europa y el mundo”. “El peso que nuestra población, economía e historia merecen, tomando el control de nuestra soberanía en aquello que nos afecta directamente”, concluye.