Cataluña
Lluís Rabell: «Veo posible una alianza con cualquier fuerza de izquierda»
CANTIDATO DE CATALUÑA SÍ SE PUEDE, el nombre que un experto en marketing político jamás hubiera dado a la marca con la que Podemos e IU ensayan coalición el 27-S.
–¿Qué pasará este domingo si gana Juntos por el Sí?
–Pasará que el día 28 tendremos que elegir un nuevo Gobierno y esperamos estar en condiciones para postularnos. Tenemos un programa, propuestas serias y la ambición para configurar una mayoría de izquierdas, mientras que Juntos por el Sí sólo es un artefacto político para propiciar la reeleccion de Artur Mas
–¿El giro que ha dado Juntos por el Sí en la recta final de la campaña para rebatir lo que llaman el «mensaje del miedo» con un discurso más revolucionario, ¿puede afectar a Catalunya Sí que es Pot?
–Nos está afectando porque nos reímos mucho escuchando a Artur Mas haciendo un discurso anticapitalista. Ahora resulta que quiere dejar de pagar la deuda y está a punto de ponerse una camisa bolivariana y nacionalizar bancos. Nos parece una actuación teatralera. Nosotros estábamos frenando desahucios, mientras Mas ayudaba a rescatar bancos.
–Además de librarse de España, la CUP quiere librarse también de la UE, del FMI, de la OTAN. ¿Y Cataluña sí se Puede?
–La CUP hace pura propaganda desde la óptica de una formación política que no se plantea gobernar y nosotros tenemos un programa responsable para gobernar. Hablar de ruptura es fácil desde un punto de vista retórico.
–Después de la campaña, las elecciones siguen estando en manos de los indecisos, ¿a quién os dirigís para convencer?
–Hay un esfuerzo por movilizar el voto de barrios más maltratados por la crisis y por las políticas de austeridad, gente que se ha ido alejando de la vida política y en particular de las contiendas autonómicas, un electorado que históricamente o bien no participó o bien lo hizo en la órbita socialista, pero que se ha ido desencantando y desorientando. CSQP propone volver a organizar el voto socialista del área metropolitana y de los barrios populares. Pero también hay franjas de indecisos en el catalanismo de izquierdas que, dada la polarización política de esta campaña, puede dudar si sumarse a la ilusión de un voto instrumental de Juntos por el Sí.
–¿Personas que como usted el 9-N votaron sí-sí, pese a no querer la independencia, para protestar contra la política del PP?
–El 9-N fue más un acto de desobediencia civil que un referéndum independentista. Voté sí-sí para protestar y defender el federalismo, como acto de rebeldía contra la actitud antidemocrática y agresiva del PP. Pero otra cosa es un referéndum en condiciones homologadas donde cada voto valga lo mismo, no como el 27-S, ahí se vería la opinión del pueblo catalán. Creo que un Gobierno en Madrid que se aviniese a acordar un referéndum quizás haría como Londres, intentar seducir más que amenazar para evitar que ganara el sí a la independencia.
–¿Qué les hace pensar que se podrá acordar un referéndum con el Estado, si Mas no ha podido?
–Es cuestión de tiempo.
–¿Cuánto?
–Es impredecible, dependerá de las generales. Si cae Rajoy se abrirá un escenario más móvil.
–Pero con un Gobierno socialista no está garantizado el referéndum.
–Depende de en qué condiciones llegue ese Gobierno al poder. Si estamos detrás mordiendo la nuca, tendrá que cambiar el modus operandi al que se han acostumbrado con el bipartidismo.
–¿Y Podemos apoyaría un referéndum? Porque Pablo Iglesias hace ocho meses no lo apoyaba.
–Podemos es una fuerza nueva que no tiene resueltos todos los problemas estratégicos. Ahora, defiende el reconocimiento de Cataluña como nación, cosa que en el PSOE todavía dudan si dar ese paso, algo curioso porque a mediados de los 70 en sus congresos no sólo se reconocía el carácter plurinacional de España sino que respaldaba el derecho a la autodeterminación. Podemos no quiere que Cataluña se vaya, pero ésa es una decisión de la sociedad catalana.
–¿Y no puede pasarle a Podemos, como les ha pasado a los socialitas, que su discurso sea tibio en Cataluña, radical en Madrid y Pablo Iglesias recule para no perder electores?
–Confío en su compromiso.
–Si hay referéndum los costes de romper con España serán los mismo que ahora, ¿qué hará CSQP¿O tras el 27-S la coalición se disolverá?
–No, creo que la ambición es la de construir un referente político de la izquierda social en Cataluña que vaya más allá de las bases sociales que se han sumado a la propuesta.
–¿El 27-S está siendo un laboratorio para las generales?
–Creo que sí, visto el debate y tanteo entre Podemos e IU. Si sale bien este invento alentará procesos similares.
–¿Aunque Pablo Iglesias y Alberto Garzón no se fotografíen juntos en esta campaña?
–Lo cierto es que están los dos en esta campaña.
–¿Tener a Pablo Iglesias nueve veces asimila el proyecto de CSQP a Podemos?
–Tiene un tirón mediático importante y compensa tanto mi falta de popularidad como la de la marca electoral.
–¿Echa de menos a Ada Colau?
–Entendemos que mantenga cierta distancia por su posición institucional, pero sus concejales participan y nos dan apoyo.
–Unió insiste en que después del 27-S no habrá independencia sino un tripartito con Juntos por el Sí, CSQP y la CUP. ¿Es posible esa alianza?
–No.
–¿Aunque sea investido Raül Romeva y no Artur Mas?
–Propondremos nuestra investidura, no contemplamos otra hipótesis. El compromiso de Jplsí es que sea Artur Mas. Detrás de Raül Romeva no hay nadie como fuerza política lo han puesto ahí porque es una persona con una trayectoria de izquierdas para enmascarar la gestión de CDC. Veremos quién aguanta el trote cuando se haya de abordar la gestión del Ter Llobregat o políticas de pobreza energética que no pueden esperar 18 meses.
–¿Ve factible otra alianza?
–Sí, con cualquier fuerza de izquierdas.
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