Elecciones catalanas
Propuestas para Cataluña
La campaña electoral en Cataluña ha sobrepasado su ecuador y, más allá de la cuestión monotemática, resulta preocupante la falta de propuestas para gobernar y mejorar la situación de los habitantes de Cataluña a partir del día 28 de septiembre. En resumen, en esta campaña, por parte de la mayoría de formaciones, no existe ni programa, ni propuestas, ni debate.
En algunos casos se entiende que no exista un programa de gobierno para los cuatro años posteriores. En el caso de Juntos por el Sí, la candidatura en la que se integra en cuarto lugar el actual presidente de la Generalitat, la confluencia de partidos distintos, de asociaciones y de personas sin otros méritos políticos que su notoriedad, todos ellos en una misma lista, comporta que hoy en día no sepamos si sus propuestas son liberales, socialdemócratas o incluso marxistas, porque de todo hay en la susodicha lista. Convergència, por ejemplo, se definió durante años como liberal; Esquerra Republicana siempre hizo profesión de izquierdas, y sus planteamientos radicales la situaban mucho más allá de la socialdemocracia. El primer candidato de su lista por Barcelona, Raül Romeva, pertenecía poco tiempo atrás a una formación marxista por la que incluso fue elegido eurodiputado. En suma, se trata de una lista cuyo mayor problema el día 28 no será otro que mantener su imposible unidad.
Pero este defecto no sólo es predicable de Juntos por el Sí, sino que se extiende al resto de candidaturas, salvo a Unió Democràtica de Catalunya.
Unió Democràtica, fundada en 1931, siempre ha sido un partido humanista y de inspiración socialcristiana. Asimismo, es un partido nacionalista y que siempre ha formado parte del denominado «catalanismo político». Para Unió, Cataluña es una nación que posee el derecho a decidir libremente su destino, pero nosotros no votaremos una declaración unilateral de independencia ni, tampoco, permitiremos ningún tipo de inmovilismo que consagre la situación actual y el progresivo centralismo del Estado. Entendemos que cualquier decisión de Cataluña, sea la que sea, debe adoptarse mediante el consiguiente diálogo, acordada con España, de manera legal y sin que en ningún momento ponga en riesgo la pertenencia de Cataluña a la Unión Europea. Cabe decir, asimismo, que Unió ha defendido siempre para España una articulación confederal, en la que las distintas nacionalidades han de ostentar plena competencia en materia de lengua, educación y cultura.
Pero Unió Democràtica es plenamente consciente de que estas elecciones, más allá del monotema, también han de ser decisivas para acometer la definitiva superación de la crisis; quien gobierne a partir del 28 de septiembre debe esforzarse para hacer llegar el bienestar a todos los hogares y debe luchar por impulsar el crecimiento económico, la justicia social y, en definitiva, el progreso de la sociedad a la que se representa y a la que se debe servir.
Por ello, es tan censurable que los restantes partidos concurran a las elecciones sin programa o con propuestas de circunstancias. No es serio, porque la sociedad catalana padece muchos problemas que exigen solución. En medio de esta estéril confrontación entre quienes abogan por una independencia unilateral y quienes no tienen interés alguno en resolver los problemas de Cataluña, Unió Democrática constituye la única apuesta a favor del diálogo y del entendimiento. Y tras el día 27, demostraremos que nosotros sí tenemos propuestas y soluciones para resolver este callejón casi sin salida al que nos han conducido la irreflexión de algunos y la cerrazón de otros.
* Director de la campaña electoral de Unió
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