Elecciones generales

Aznar pide cambios en el PP en un Congreso abierto

Rajoy contesta, para sorpresa interna, que se presentará de nuevo a ese cónclave

José María Aznar saluda a Mariano Rajoy, ayer en el Comité Ejecutivo del partido
José María Aznar saluda a Mariano Rajoy, ayer en el Comité Ejecutivo del partidolarazon

Rajoy contesta, para sorpresa interna, que se presentará de nuevo a ese cónclave

El ex presidente de Gobierno y presidente de honor del PP, José María Aznar, se convirtió ayer en uno de los protagonistas de la reunión del Comité Ejecutivo popular, que se celebró en la sede nacional del partido.

Aznar volvió a pisar Génova después de una campaña en la que en esta ocasión no participó por sus diferencias con la cúpula del PP. La gota que colmó el vaso fue su irrupción en la escena política después de las elecciones catalanas para advertir de que su partido había recibido sucesivos avisos, por los malos resultados electorales cosechados en esta Legislatura, y que no había sabido hasta entonces reaccionar.

Hace cuatro años su relación con Mariano Rajoy no estaba tan desgastada, y la posición del líder popular era también muy distinta. Entonces Rajoy acababa de lograr una mayoría absoluta histórica. Ayer administraba ante su «plana mayor» una nueva victoria, el PP fue el domingo la lista más votada, pero se dejó en las urnas 3,5 millones de votos y hasta 63 escaños.

El análisis interno que hicieron en las filas populares sostiene que lo menos importante es lo que Aznar dijo, y que lo relevante era su regreso físico. «Dijo lo menos que podía decir. Para lo demás ya habrá tiempo, hay que ir preparándose», sentenciaban anoche en Génova. La impresión interna es que Aznar está tomando ya posiciones ante la posibilidad de que Rajoy no consiga gobernar y el PP tenga que avanzar hacia un proceso de renovación de su liderazgo.

De hecho, Aznar reivindicó ante el Comité Ejecutivo un Congreso «abierto», en alusión al cónclave nacional que tienen que celebrar en los primeros meses de año y en el que el PP revisará sus estatutos y, previsiblemente, el organigrama directivo.

«En cuanto al futuro de nuestro partido, nadie puede dudar ya de que la evolución del PP, hasta llegar a estas elecciones, requiere una reflexión profunda», sentenció a puerta cerrada. Para añadir: «Esta reflexión nos debe llevar a la recuperación de la confianza de los españoles. A la recuperación también del espacio del centro-derecha en España. A la articulación de un proyecto político abierto e integrador».

Las reuniones del Comité Ejecutivo son internas, sin presencia de medios de comunicación. Pero signo de que Aznar quería que se conociese en su literalidad su intervención, y que así tuviese más difusión, es que FAES distribuyó su texto para su reproducción.

Con palabras muy medidas, sí, pero el ex presidente lo que hizo ayer fue señalar a la dirección del PP, a la que tanto ha cuestionado en esta Legislatura, el camino de la renovación en un Congreso sin control del «aparato», «abierto», en sus palabras. «Tiene que plasmarse en un Congreso que, en mi opinión, debe ser abierto para que los militantes puedan definir el futuro de nuestro proyecto y elegir la dirección del partido», puntualizó. Los Congresos del PP de la etapa de Rajoy funcionan igual que con Aznar, en ellos tiene el mismo poder la estructura directiva y el «aparato». Y Aznar, por cierto, «eligió a su sucesor a dedo», recordaron ayer desde su formación. Pero el ex presidente pide ahora que se levanten límites. Aunque por delante ratifique que él no se presentará y también acompañe este toque de atención con una muestra de apoyo al intento de Rajoy, como candidato de la lista más votada, de formar de nuevo Gobierno.

A Rajoy se le preguntó en rueda de prensa por ese «Congreso abierto» y por si él se presentará a su reelección. Y bajo la presión del empujón del ex presidente advirtió de que los cónclaves en el PP son siempre abiertos. Y anunció, para sorpresa de los suyos, que sí se presentará a la reelección. Dentro de su partido interpretaron que quizás presionado por la situación se le había ido un poco la mano al anticipar esa candidatura cuando todavía no se ha despejado la incógnita de los pactos postelectorales. La impresión mayoritaria es que si no consiguen mantener el poder, Rajoy liderará una renovación en el liderazgo que tendrá que empezar en ese Congreso Nacional, previsto, en principio, para febrero o marzo de 2016.