Ignacio Rodríguez Burgos
Cifras económicas como balas trazadoras
El económico ha sido el primer campo de batalla de un debate de alta tensión donde las cifras se han lanzado como proyectiles, como balas trazadoras con solo 1,75 metros de distancia y todo un mundo de diferencia. Sánchez se decantó pro el fuego graneado mientras Rajoy, en un principio a la defensiva, fue recuperando terreno al ver que el socialista no culminaba ningún ataque. Rajoy nos promete continuar con el proceso reformista. Sánchez habla de derogar la Reforma Laboral. Rajoy ha recordado que Zapatero en 48 horas derogó la Ley Educativa del PP y que eso llevó al mayor fracaso escolar. Rajoy recuerda que en los dos últimos años se crean 1.400 puestos de trabajo al día frente a la época socialista donde se destruían 1.500 empleos. Sánchez insiste en un nuevo Estatuto de los Trabajadores y señala que ahora se pagan 40.000 millones menos de sueldos. El socialista aboga por el aumento del salario mínimo y reducir los contratos a tres modalidades: fijos, temporales y de formación. Rajoy presenta sus credenciales: un millón de empleos en los dos últimos ejercicios y dos millones más en los dos próximos años, frente a 3,5 millones de puestos de trabajo desaparecidos durante el Gobierno de Zapatero, ausente su nombre en casi todo el cara a cara. «Ustedes no saben como crear empleo», declara Rajoy. «Ustedes han gastado la mitad de la hucha de las pensiones», contesta el socialista. El futuro del sistema público de prestación social ha sido otro caballo de batalla para concluir que el PSOE congeló las pensiones y que el PP, según Sánchez, también. Y que ninguna de las dos formaciones tiene en mente ninguna nueva idea que asegure el sistema más allá de crear empleo y nuevas afiliaciones. En el debate ninguno ha dedicado poco más de una mención a la evolución del PIB, que es la cifra clave de cualquier análisis económico. Sólo Rajoy ha recordado de pasada que ha bajado dos veces el IRPF cuando su contrincante se lo niega y que la economía española crece al 3,4% para reseñar que España presenta un ritmo mayor que Alemania, Reino Unido, Francia e Italia. El socialista tejía varias redes dialécticas alrededor del rescate al sector financiero y al «soldado Rato». Sánchez aprovechaba cualquier fisura para introducir el debate que más le interesaba: el de la corrupción. «¿Hubiera dejado caer a los bancos?», contraatacaba Rajoy. «¿Quién hubiera salvado los depósitos de la gente?». El socialista niega el mayor mérito que atribuye Rajoy a su Gobierno: haber evitado que la UE interviniera España. El popular señala que el PSOE lo que dejó fue la ruina, con un gigantesco déficit público, sanitario, eléctrico ya que no hicieron ninguna reforma, mientras el socialista recriminaba el recorte en sanidad y educación. Debate bronco, donde las cifras se lanzaban como puñales pero sin terminar de herir y donde Sánchez, el más activo al principio, iba perdiendo fuelle cuando Rajoy recuperaba resuello.
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