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Defensa: De las consultas pacíficas al «todo contra el yihadismo»

Todo lo que afecta a las Fuerzas Armadas cobra cada vez más protagonismo.. Ya no se pide sólo recortar y los partidos exigen una reforma de normativas y estructuras.. También en lo económico, donde –salvo Podemos– PP, PSOE y C’s abogan por una estabilidad financiera para hacer frente a los programas de armamento.

Defensa: De las consultas pacíficas al «todo contra el yihadismo»
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Las misiones en el exterior son un punto clave y todos plantean reforzar la participación de España, menos los de Iglesias, que lo someterán a consulta si sus «relaciones pacíficas» no funcionan

PP: Cooperación contra el terror

Es uno de los programas más cortos en materia de Defensa, aunque el único que dedica un apartado entero al terrorismo yihadista, avisando de que lucharán contra él con «todas las herramientas del Estado de Derecho» a través del «consenso de las fuerzas políticas» o la «cooperación internacional».

En la mente del PP está cumplir con ese 2% de gasto en relación al PIB que acordó la OTAN (actualmente es un 0,9%) y, para ello, plantea un marco financiero estable a medio y largo plazo con una Ley de Estabilidad Financiera que ofrezca estabilidad y planificación. En los compromisos internacionales, aboga por seguir cooperando con socios y aliados, y participando en las misiones que se determinen, además de impulsar un papel activo de España en la Alianza.

A la hora de hablar de personal, los populares quieren garantizar la reposición necesaria de efectivos según la planificación del Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) con vistas a 2025. Adecuarán los actuales planes de estudio, revisarán las evaluaciones para el ascenso y tratarán de facilitar la promoción interna entre cuerpos y escalas. Aquí incluyen modificaciones en la Ley de Carrera Militar, sobre todo en lo relacionado con destinos, ingresos o promoción.

Algo que comparten los demás partidos afecta a la Justicia Militar, y el PP plantea aquí el nuevo Código Penal Militar con la reforma, entre otras, de la Ley Orgánica Procesal Militar para reforzar la independencia de los jueces.

En cuanto a la industria, que ha tenido un papel destacado esta legislatura, apuestan por impulsar la inversión en investigación y crearán una Estrategia Industrial de Defensa para marcar prioridades.

PSOE: Estabilidad y un plan de industria

Más presencia en organismos internacionales y especial atención a zonas como África, Sahel y Oriente Medio. El programa del PSOE arranca con un repaso a las amenazas que afectan a España y al mundo, dejando clara la necesidad de una defensa colectiva basada en la cooperación internacional. Lejos de aquella idea de Pedro Sánchez de suprimir el Ministerio de Defensa, los socialistas claman por «unas Fuerzas Armadas con los recursos suficientes» y que participen en misiones internacionales, incluso apoyando a la coalición global contra Daesh.

Ya en «casa», plantean un plan de reestructuración que fije las capacidades necesarias hasta 2025, tanto de personal como de infraestructuras. En este punto, plantean aprobar una Ley de Programación Presupuestaria Nacional de la Defensa Nacional hasta 2020 que garantice la estabilidad financiera.

En el plano de personal y normativo, el PSOE aboga por la promoción interna de los militares de carrera y por dotar a los efectivos de tropa y marinería de una carrera profesional completa. Plantean la modificación del Régimen Disciplinario para que, sin la debida tutela judicial, no se pueda privar de libertad por faltas administrativas. En este sentido, instan a homologar la Justicia Militar con los demás órdenes jurisdiccionales para que sea independiente.

En cuanto a la industria de Defensa, la intención es impulsarla a través del desarrollo de una base industrial capaz de satisfacer de modo autónomo las necesidades esenciales y con la elaboración de un plan industrial de medio plazo conjuntamente con el sector para reforzarla e internacionalizarla.

Ciudadanos: Más dinero y más misiones

Los de Rivera parten de la base de que se necesita «una actualización de la política de Defensa», consenso y estabilidad presupuestaria. Y como su intención es la de garantizar la plena capacidad operativa, una de sus propuestas es la de aumentar el presupuesto hasta llegar al 2% del PIB. Ese aumento iría destinado a contar con los medios más modernos, por lo que a la hora de hablar de los grandes programas de armamento no sólo plantean una auditoría, sino también acabar con los créditos extraordinarios para su financiación, incluyéndolos en el presupuesto. La intención es la de aprobar planes de inversión a largo plazo (9 años) con una Ley de financiación de los programas.

En el plano operativo mantienen la importancia de reforzar la participación en misiones internacionales en las que «España debe asumir el liderazgo» y reforzar aún más los lazos con la UE, la OTAN y la ONU.

Los cambios que proponen los de Rivera llegan hasta la figura del JEMAD, a quien quieren dotar de mayor consideración institucional y que su elección se lleve a cabo por mayoría parlamentaria. Su mandato pasaría a ser de cinco años.

Ya en lo normativo, las propuestas son bastante similares a las de otras formaciones. Cambios en la Ley de Carrera Militar, mejorar el sistema de ascensos, potenciar la promoción interna, integrar las escalas de Tropa y Marinería en un sistema único de carrera para poner fin a los compromisos temporales... y una jurisdicción militar independiente. Por último, prometen dar un impulso a la la industria, normalizar la integración de la civil-militar y aumentar la participación en programas internacionales.

Podemos: Consultas y adiós a Estados Unidos

Ni siquiera la presencia en sus filas del ex JEMAD Julio José Rodríguez ha hecho que reconsidere aspectos clave como la pertenencia a la OTAN o las relaciones con EE UU. Entre las claves del programa destaca su elaboración de «una agenda multidimensional que contribuya a construir unas relaciones más justas, pacíficas y seguras» para renunciar a la guerra. Pero si por esta vía no consiguen nada, llevarán a cabo consultas ciudadanas sobre la participación en misiones.

Otro punto polémico se centra en la presencia de tropas de EE UU en bases españolas, algo que para Podemos es, junto al escudo antimisiles de la OTAN, «un riesgo para nuestra seguridad». De la Alianza Atlántica también hablan. No de salir, pero sí proponen dotar de una mayor autonomía estratégica a Europa y a España para afrontar los problemas desde una perspectiva europea y «neutralizar el papel desestabilizador de la OTAN».

En cuanto a la Justicia Militar, plantean reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial, crear órganos especializados y suprimir la Sala V del Tribunal Supremo de lo Militar. Todo, para que sea más independiente y transparente.

Lo económico lo centran en las contrataciones de armamento y la industria. Prometen acabar con las «puertas giratorias» y auditar y renegociar las adquisiciones. Y anuncian una comisión de expertos para diseñar unas Fuerzas Armadas «acordes a las necesidades».

Otras propuestas hablan de homologar las difíciles jornadas laborales de los militares con las del resto de funcionarios o de una «reforma integral» de la Ley de la Carrera Militar. Otra norma que pretenden tocar es la de Derechos y Deberes, favoreciendo el asociacionismo, la sindicación o el derecho a manifestación.