Elecciones generales
La odisea de los expatriados: “De cinco amigos, sólo hemos podido votar dos”
Paula ha tenido que votar hoy en el consulado de París. Para ella y otros expatriados ejercer su derecho ha sido toda una odisea
Paula ha tenido que votar hoy en el consulado de París. Para ella y otros expatriados ejercer su derecho ha sido toda una odisea
Paula lleva casi cinco años viviendo en París, pero sigue muy pendiente todo lo que ocurre en España, especialmente en política. Sabe que, al igual que en el país donde reside, los movimientos sociales son cada vez más fuertes y no dejan de nacer nuevos partidos políticos. “Es impresentable el sistema de votación por correo”, insiste esta joven informática que hoy ha tenido que acudir al Consulado de España en la capital gala para poder participar en estas elecciones.
“Las papeletas me llegaron el último día que se podían mandar por la noche y mucha gente ni las ha recibido”, afirma poco después de salir del Consulado. “Estaba lleno de gente y han tenido que ampliar la opción de votar hasta el domingo porque no era viable”, explica. Es otra forma de voto por correo, ya que, aunque lo introduces en una urna, el voto va dentro de otro sobre donde también se incorpora una fotocopia del DNI. Los vocales y las mesas instaladas en el Consulado sólo funcionan como meros certificadores.“Hasta los voluntario que te ayudaban a preparar el sobre decían que habían tenido problemas. Ha sido un caos”. Paula reconoce que “he conseguido votar por mi cabezonería, pero entiendo que ante tantas dificultades mucha gente haya desistido”. Sin ir más lejos, muchos de sus amigos que viven en otros países no han podido elegir a sus representantes. “De cinco amigos que vivimos fuera, sólo hemos podido votar dos”, explica.
Una de sus amigas vive en Australia y no ha podido. “No le han llegado las papeletas”, explica Paula. Otro amigo, que vive en Suiza, tampoco ha podido enviar su elección. Se cambió de residencia justo cuando acababa el plazo para pedir el voto, así que no le dieron opción. Otra , que reside en Bruselas, ante los problemas que veía que podían darse, “decidió ir a Madrid el fin de semana”. Así se aseguró que votaba.
El número de españoles que tiene derecho a ejercer el voto y que viven fuera de España supera los dos millones de personas, por eso muchos de ellos no entienden las dificultades que se les pone para ejercer un derecho. “En el Consulado te indican que el problema está en el sistema de voto rogado. Yo no sé cuál es, pero lo mejor sería que, con nuestro DNI, pudiéramos ir a los consulados y metiéramos el voto en la urna. Supongo, que por algún problema legal, no podemos hacerlo”. Como eso está lejos de ocurrir, “ya he pedido el voto para las municipales, a ver si esta vez tengo más suerte”, dice resignada.
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