Unidos Podemos

Orgullo comunista

El esfuerzo de Iglesias por maquillar sus referencias –«Marx era socialdemócrata», dijo esta semana–, se topa con voces críticas de izquierda que se niegan a diluir su ideología

Julián Sánchez, portavoz de Convergencia de la Izquierda
Julián Sánchez, portavoz de Convergencia de la Izquierdalarazon

«Este cretino con corbatilla o pajarita de pijo moderno está intentando reescribir la historia peor que la derecha». Con este ataque frontal a Pablo Iglesias comenzaba Francisco Frutos –secretario general del Partido Comunista de España desde 1998 a 2009– un artículo en su blog destinado a glosar una de las perlas mediaticas del líder de Podemos la semana pasada, aquella en la que mantenía que Marx y Engels eran, realidad, socialdemócrtas. «Naturalmente, por eso escribieron “El Manifiesto Comunista”», continúa Frutos. Su indignación no es un fenómeno aislado en las filas de Izquiera Unida, donde abundan las militantes que se sienten, pese a todo y por encima de todo, comunistas.

Tal es el caso de Ángel Pérez, quien durante más de una década fue el referente de IU en la Comunidad de Madrid y, posteriormente, en el Ayuntamiento. «O bien abusan de la ignorancia política de la gente o bien son ignorantes ellos», explica Pérez a propósito de la declaración de Iglesias. Para este comunista convencido, el problema con Podemos es que «tienen unas referencias muy volátiles, por la sencilla razón de que la única ideología que tienen es la conquista del poder y decirle lo que convenga a cada cual en cada momento». Prueba de ello es, según Pérez, la evolución de la relación de Podemos con la Venezuela bolivariana y con el que durante meses parecía el partido hermano griego de Syriza. En un primer momento todo eran parabienes y alabanzas, pero, en cuanto ambos lazos se convirtieron en una debilidad electoral el líder de Podemos se olvidó de los que hasta hace poco eran compañeros de filas. «A Iglesias le da igual», señala Ángel Pérez, «sus referencias y lealtades pueden ser cualquiera dependiendo del día. Le da igual ser marxista que bolivariano. Marx tenía una opinión nada favorable de Bolívar, ni en lo político ni en lo personal. Hay escritos de él en los que le pone caer de un burro». La declaración de Iglesias sobre la adscripción ideológica de Marx y Engels debe entenderse en clave electoral: «Es un mensaje dirigido a los votantes del PSOE. Lanza un mensaje a votantes descontentos con la gestión de Zapatero de la crisis». El problema, continúa Pérez, es que «aquí cuela cualquier cosa y es de lo que se aprovecha este señor».

Lo cierto es que la afirmación de Iglesias tiene cierta base histórica, ya que comunistas y socialdemócratas fueron un todo indiferenciado durante años. Paco Frutos explica claramente cuándo y por qué se separaron las dos tendencias principales de la izquiera en el siglo XX en el citado artículo: «Los comunistas estuvieron en la Internacional Socialdemócrata, el movimiento que agrupaba a todos los comunistas y socialistas, hasta que, a consecuencia de que la dirección de la Internacional Socialdemócrata aprobara los presupuestos de guerra en cada país en 1914, cuando un año antes se había aprobado rechazarlos en todos los países para que no se enfrentaran los trabajadores entre sí, la abandonaron y crearon la Internacional Comunista. Ni más ni menos».

Ángel Pérez no tiene ningún problema en afirmar sin ambages su adscripción ideológica: «Siempre me he definido como comunista y soy militante comunista. Aunque si, como dicen los medios, Pablo Iglesias es comunista yo desde luego no lo soy». También entre las filas de los más jóvenes, el comunismo sigue echando brotes. Julián Sánchez Urrea es portavoz de Convergencia de la Izquierda, una nueva corriente que aún no se ha presentado a las elecciones pero que viene a llenar el vacío que ha dejado IU al ser absorbida por Podemos y haberse entregado al populismo. «Existe un espacio político de izquierda democrática a la izquierda del PSOE que IU, tras haber sido absorbida por Podemos, ha dejado vacío al haberse abandonado al populismo», explica. Aunque ya cuentan con miembros de diversas federaciones de IU, el núclo principal viene de Izquierda Unida-Comunidad de Madrid (IUCM), concretamente de los 5.000 militantes que Alberto Garazón expulsó del partido en septiembre del año pasado. En sus filas hay comunistas y personas de diferentes tendencias con una sola cosa en común: su oposición al populismo que representa Podemos En palabras del propio Sánchez: «Iglesias no es socialdemocrata. Lo que pasa es que el populismo muta, es camaleónico en función de lo que interesa».