Elecciones autonómicas
El resultado del 25-S, reflejo del PSOE actual
Los resultados autonómicos del PSOE en Galicia y País Vasco son sintomáticos del resto de España. En ellos se observa un crecimiento del Partido Socialista en la década de los ochenta. Es a partir de 1993 cuando da muestras de fatiga electoral. La crisis iniciada en ese año pasará factura a los socialistas. Entre 1993 y la victoria de Aznar por mayoría absoluta en 2001 rebajó sus expectativas electorales autonómicas y nacionales. En estas dos comunidades, obtuvo los resultados más negativos en lustros, como ocurrió en las generales de 1996 y 2001. Los populares pasaron de representar el 26% en unas generales a superar el 41%. El PSOE, en lugar de girar al centro, se radicalizó con Zapatero. En 2004, ganó las elecciones con voto prestado de origen comunista e independentista. Zapatero forzó al PSOE a confraternizar con enemigos de la Constitución y de la unidad de España, es decir, con los enemigos del PSOE. Esta política-espejismo permitió al PSOE remontar en las autonómicas gallegas y vascas de 2005 y 2009, como en las generales de 2004 y 2008. Pero a los pocos meses de ganar Zapatero sus segundas elecciones con voto no enteramente socialista vino la crisis. El PSOE en las generales de 2011sufrió su mayor derrota, que se repitió en las gallegas y vascas de 2012, en las que retrocedió a los años noventa, a la crisis que anunciaba la pérdida del Gobierno de España a manos de Aznar en 1996.
Los resultados que se pronostican para el 25-S en Galicia y País Vasco son los más catastróficos que jamás ha conocido el PSOE. Se ha dado cuenta del autoengaño que fueron las generales de 2004. Los militantes que dominan el partido están mucho más a la izquierda que los socialistas. Devolver el PSOE a la senda constitucional sólo es posible si se convierte en una fuerza que dispute el Gobierno de España con el Partido Popular y Ciudadanos y aísle a Podemos e independentistas.
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