Elecciones generales 2023: qué se juega cada líder el 23J

Las cartas ya están sobre la mesa. En plena jornada de reflexión, con la campaña electoral finiquitada y a menos de 24 horas para que den comienzo las elecciones generales del 23J, ya solo queda esperar a que los ciudadanos españoles depositen sus votos en las urnas y, una vez echen el cierre los colegios electorales, se contabilicen todas las papeletas. Será entonces cuando se conozca qué formación política gana las elecciones, con qué holgura (o no) lo hace y si es necesario pactar con otros partidos para llegar a La Moncloa y montar el próximo equipo de Gobierno.

Los líderes de las principales formaciones políticas se la juegan, y mucho, en esta cita electoral. Del resultado de los comicios depende, en gran medida, el futuro de sus carreras políticas. Esto es, a grandes rasgos, lo que se juega cada uno de los candidatos.

Qué se juega Pedro Sánchez

Pedro Sánchez, actual presidente del Gobierno, es posiblemente el líder que más se juega en estos comicios. Si se confirman los pronósticos que vaticinan la mayoría de las encuestas, es muy probable que tenga que ponerse a hacer las maletas para cambiar de residencia en las próximas semanas. Únicamente el CIS de Tezanos pronostica la victoria del PSOE con 1,4 puntos de ventaja sobre el PP. El resto de las estimaciones no le acompañan. La mayoría predicen el descalabro político de Sánchez y no parecen indicar que el “tándem” con Yolanda Díaz, con el que ha contraatacado en la recta final de la campaña, pueda dar un vuelco y ayudarle a remontar los resultados. El presidente se quedaría sin opciones de revalidar su coalición de gobierno y saldría de la Moncloa cinco años después de su llegada. El desenlace podría alterar el ejecutivo. Sánchez se juega continuar al frente de la presidencia del Gobierno y seguir siendo el secretario general del Partido Socialista (PSOE).

Qué se juega Alberto Núñez Feijóo

La mayoría absoluta. Esa sería la clave del éxito de Alberto Núñez Feijóo. El número uno del Partido Popular (PP) se ha pasado el grueso de la campaña pidiendo la concentración del voto y recordando que solo con la mayoría absoluta podrá formar un gobierno libre, en solitario, sin necesidad de realizar pactos que entorpezcan la puesta en marcha de las propuestas incluidas en su programa electoral. Así, el político gallego podría gestionar el “gobierno del cambio” sin necesidad de ceder a ninguna exigencia de la ultraderecha, que no parece que quiera conformarse con desempeñar un papel secundario en el Gobierno.

En el mejor de los escenarios, Feijóo conseguiría los 176 escaños que le darían la mayoría absoluta y, por tanto, tendría la oportunidad de campar a sus anchas en La Moncloa. En el peor, podría obtener una mayoría simple, no alcanzar la mayoría absoluta aliándose con Vox y ver cómo el bloque de izquierda vuelve a aglutinar el mayor número de escaños, dejando al PP fuera del Ejecutivo de nuevo.

Qué se juega Yolanda Díaz

La vicepresidenta segunda del gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social persigue un claro objetivo en los inminentes comicios: reeditar su posición actual en el Gobierno de coalición con Pedro Sánchez. Además, Yolanda Díaz está luchando contra viento y marea para adelantar a Vox y convertirse en la tercera fuerza política. Para Sumar es importante desplazar a la ultraderecha del tablero, consiguiendo la medalla de bronce y ocupando el último escalón del pódium.

¿El peor escenario? Si PSOE y Sumar no consiguen suficiente respaldo por parte del electorado para continuar con el Gobierno de coalición, tendrá que conformarse con mantenerse en la oposición. En este supuesto es probable que, además, Sumar se enfrente a una crisis interna motivada por los diferentes puntos de vista de las formaciones que lo integran, diferencias que, los más agoreros, podrían suponer el principio del fin del partido.

Qué se juega Santiago Abascal

Los últimos sondeos no son demasiado halagüeños para la extrema derecha. Según el último sondeo realizado por NC Report para LA RAZÓN, la formación de Santiago Abascal pierde fuelle y cae en picado con respecto a las anteriores generales. Según estos sondeos, Vox perdería más de 900.000 votos y se tendría que conformar con menos de la mitad de los escaños que logró en noviembre de 2019.

De materializarse estas predicciones, Vox le cedería la tercera posición a Yolanda Díaz y entraría en terreno peligroso. Su única opción: ser necesarios para que Feijóo llegue al Ejecutivo, lo que les permitiría imponerse en los procesos de negociación, tal y como ya han hecho en algunas comunidades autónomas. Si su partido resulta decisivo a la hora de formar Gobierno, Abascal no está dispuesto a ceder. Ya ha advertido que “negociaré con fuerza y pediré tener ministros”.