Elecciones Galicia

Elecciones Galicia 18F: Vigo, ejemplo del trasvase de votos PSOE-BNG

El feudo del socialista Abel Caballero, principal ciudad de Galicia, se desploma en favor de los nacionalistas

Caballero, con Sánchez y Besteiro, en un mítin en Vigo esta campaña.
Caballero, con Sánchez y Besteiro, en un mítin en Vigo esta campaña.PSdeG

Concluido el proceso electoral gallego, ese que ha derivado en la quinta mayoría absoluta consecutiva del PP, primera de Alfonso Rueda, ‘barón’ popular ya por derecho propio, llega el momento del análisis. Un estudio más pormenorizado que refleja lo que ha sido, de fondo, la campaña: un esfuerzo del PSOE por erosionar a los populares a cualquier precio, que ha derivado en la captación del voto de izquierda para el BNG.

En este escenario, una urbe llama la atención: Vigo. La ciudad más grande Galicia, con cerca de 300.000 habitantes, feudo del alcalde socialista, Abel Caballero, que rige el municipio desde el año 2007, y que ha obtenido en las dos últimas elecciones municipales sendas ‘mayorías absolutísimas’, daba ayer la espalda al socialismo, que descendía a la tercera posición.

Y lo hacía pese a la implicación personal del propio regidor en la campaña, con agenda y declaraciones diarias para defender tanto al candidato, José Ramón Gómez Besteiro, como a Pedro Sánchez, definido en más de una ocasión por el propio Caballero como “el mejor presidente de la historia de la democracia para Vigo”.

Y pese a todo, el PSOE se ha dejado en Vigo 11 puntos y casi trece mil votos, obteniendo 30.781 sufragios. Muy lejos de los 54.100 votos del PP, y más lejos todavía de los 56.820 del BNG, gran beneficiado del trasvase.

Basta analizar las cifras de los dos procesos electorales celebrados en 2023 -municipales de mayo y generales de julio- para comprender la magnitud del hundimiento. En las primeras, Caballero revalidaba su mayoría absoluta sumando más de 82.000 votos, un 60,86% de los sufragios emitidos. Muy lejos, en segundo lugar, el PP subía levemente hasta los 25.132 votos (18,58%) y los nacionalistas se quedaban en tercera posición con 15.008 papeletas y el 11,09% de los sufragios emitidos.

Escenario matizado por las urnas dos meses después, cuando en las generales de julio el PSOE se mantuvo como primera fuerza política en Vigo, con 63.563 votos (37,18%), seguido del PP, con 53.556 papeletas (31,33%), de Sumar (25.970 sufragios y un 16.36% del electorado), y del Bloque, que en esta ocasión no alcanzaba ni el pódium con apenas el 8,5% de los votos fruto de los 14.561 sufragios obtenidos.

La implicación del alcalde

Todo ha cambiado, sin embargo, en apenas medio año, con un evidente trasvase de papeletas del PSOE y de Sumar hacia el BNG, buscando el llamado voto útil en la izquierda que, a la vista de los resultados, no ha terminado de servir.

De poco ha valido la implicación del propio alcalde de Vigo, Abel Caballero, o de la teniente de alcalde de la ciudad, presidenta del PSdeG y hasta hace poco presidenta, también, de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva; o incluso del último delegado de la Zona Franca de Vigo, David Regades. Todos ellos hombres y mujeres fuertes en el PSOE local y provincial y, por ende, en el gallego. Todos ellos implicados en una campaña que ha arrojado el peor resultado de la historia para los socialistas en Galicia.

Una campaña que, por su parte, centraron, como el PSOE a nivel autonómico, en tratar de erosionar al PP a toda costa. Suya -de los socialistas vigueses- fue la filtración de que la presidenta del PP de Vigo, Marta Fernández-Tapias, dejaría la política después de estos comicios.

Una información personal que emplearon de modo partidista, tratando de dar a entender que al Partido Popular poco o nada le importaba Vigo. Así lo manifestaban, día sí y día también durante el inicio de la campaña, los audios de la vicesecretaria general y portavoz de la ejecutiva de los socialistas de Vigo, Yolanda Aguiar, que difundían a los medios de comunicación locales.

El mensaje, a raíz de esa filtración interesada, era claro: “El Partido Popular es un partido en descomposición en esta ciudad, que está viviendo la mayor crisis de la historia, intentando engañar y manipular a los vigueses”.

Lo cierto es que las urnas al final han dicho lo contrario, y lo que han arrojado, en Vigo, es, al menos a nivel autonómico, un PSOE en descomposición. El PP, mientras tanto, y pese a toda la campaña socialista, encabezada por Abel Caballero, se ha mantenido con entereza en la principal urbe de Galicia, subiendo tres puntos porcentuales con respecto al 2020 y haciendo posible, entre otras cosas, alcanzar los 11 diputados en la provincia de Pontevedra. Algo que hace 4 años sólo se había logrado una semana más tarde de la celebración de los comicios y gracias al voto de la Galicia exterior.